jueves, 26 de diciembre de 2013

¿ANDARÁN DOS JUNTOS?



Texto: Amós_3:1-8
3:1  Oíd esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así: 2  A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades.
3  ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? 4  ¿Rugirá el león en la selva sin haber presa? ¿Dará el leoncillo su rugido desde su guarida, si no apresare? 5  ¿Caerá el ave en lazo sobre la tierra, sin haber cazador? ¿Se levantará el lazo de la tierra, si no ha atrapado algo? 6  ¿Se tocará la trompeta en la ciudad, y no se alborotará el pueblo? ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho?
7  Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas. 8  Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará?

El andar o caminar en compañía es algo que hombre hace desde que nace pues no podemos valernos por nosotros mismos y toca andar con nuestros padres o con quien nos haya sido asignado iniciar la vida, posteriormente después de madurar y prepararnos se tiene que tomar decisión con quién queremos caminar en matrimonio durante toda la vida en esta tierra.
Sin duda la mayor decisión de andar juntos no es tanto la referente a las personas sino el andar con el Señor. Si somos niños y nuestros padres caminan con el Señor debe ser más fácil seguir los mismos pasos, y cuando se tiene conciencia de la necesidad de caminar con Dios y no caminar solo, la decisión de buscar y llamar al Señor a morar en nuestro corazón y se tendrá que caminar junto y de acuerdo con el Señor. Entonces la mejor decisión es andar junto al Señor, porque esto hará nuestras vidas llena de frutos en todo tiempo.
El Señor tenía contra Israel la queja porque aunque había estado con ellos desde su salida de Egipto, habiéndolos escogido y haciendo muchas maravillas, como pueblo no habían correspondido caminando de acuerdo con él. Esto es todavía frecuente cuando se alcanza lo que se busca y no se quiere seguir junto al Señor, sino que se corre el peligro de decidir que ya es suficiente y tratar de intentarlo solos. ¿Por qué viene la separación y cuál es la causa?

PARA ANDAR JUNTOS SE NECESITA ESTAR DE ACUERDO
El andar es un venir, ir, actuar, avanzar, morar, morir, mover, pasear, prosperar, seguir, y para todo esto quiere el Señor que estemos de acuerdo con él, porque de lo contrario lo haremos solos y correremos peligro en la vida. Esta definición nos dice que se necesita a Dios para todas las cosas y no es tanto para las necesidades, sino para aprender a vivir con él.
Dos juntos nos habla de la armonía que se tiene en la unidad, esto es agradable a Dios, porque la armonía nos hace no tener temor ni ninguna duda de lo que hacemos, es decir vivir sin mala conciencia. Se espera que nosotros en todo tiempo tengamos acuerdo con él, no solo aquellos que generales sino los que vienen del día a día como lo hacemos con nuestros seres queridos que nos comprometen en cosas pequeñas pero que todas ellas suman en la confianza.
La palabra acuerdo significa fijar sobre, cumplir, comprometerse, y esta es la vida que el Señor demanda del hombre pues está seguro que si hacemos compromiso y vivimos para cumplirlo caminaremos seguros. Esta es la relación con su iglesia y debe ser entre nosotros que somos sus siervos, es decir una relación de compromiso, y aunque parece que hoy no es algo de moda, es lo que dará frutos en nosotros personalmente y como iglesia. Cada día vemos menos compromiso y también a personas que buscan relaciones sin responsabilidad y aceptan los riesgos y están dispuestos a pagar el precio; el compromiso algunos lo ven como una atadura, pero en realidad es lo que lleva liberación de la esclavitud de una vida sin propósito.

RELACIONES EN ACUERDO O EN DESACUERDO
Parece obvio que muchas relaciones no tienen un buen acuerdo, no tienen una razón para tener buenos objetivos o buenos resultados. Entre el hombre pueden existir relaciones que de entrada son inconvenientes y que nunca debieron existir, y otras relaciones que comienzan bien pero luego se deterioran porque simplemente no se tienen los mismos objetivos y los mismos valores de Dios y por supuesto el mismo nivel de compromiso, por lo que con el tiempo se van haciendo relaciones antagónicas, tóxicas y hasta peligrosas. Aquí el Señor le habla al pueblo el tipo de relación que tiene con él porque es él quien siempre nos anuncia de diferentes formas cómo va nuestra relación con él, con la seguridad que él nunca nos falla.
¿Cómo notamos que se está caminando en desacuerdo? En primer lugar se nota cuando se rompe la comunicación (casi siempre es lo primero), ya no se habla, no se tiene interés por la otra persona, se deja hacer a la otra persona lo que quiere sin mostrar interés aunque se sepa que está equivocada. Además el hombre fácilmente pierde la dirección, posiblemente los dos o uno más que el otro, porque al final quizá se tendrá responsabilidad de las cosas claves aunque no de manera equilibrada.
En el caminar con Dios si no se quiere compromiso de parte del hombre, el Señor sí lo hace para todas las cosas, la relación se vuelve de peligro, por supuesto para el hombre, como lo describe la porción que estudiamos. Las relaciones peligrosas son descritas en los siguientes ejemplos:
La relación del león. El hombre estaría en una relación como con un león, es decir en desventaja, porque no podríamos caminar con el león de manera segura, tarde o temprano el león rugiría, y nos preguntaríamos ¿por qué ruge el león? Si estamos en la selva y el león ruge es porque somos su presa, seríamos a quien cazaría para alimentarse. Así el hombre que se mete en la selva (ambiente no seguro), y no se da cuenta que el Señor ya no está en territorio enemigo (si él no nos ha enviado es inseguro), entonces si no hay relación con Dios podríamos ser devorados. Aquí no aplica que perro que ladra no muerde, pues león que ruge sí come.
El león joven en su guarida. Otro tipo de relación es con el león joven, que nos habla de peligro si entramos en su caverna. Si nos hemos metido en un mal lugar, y aparece el león joven que tiene fuerza y quiere probarse a sí mismo y a los demás que puede cazar, estamos en peligro. ¿Cómo actúa el león? Lo que hace es acorralar, apresar, así es la vida de aquel que se ha metido en la casa del enemigo, siente que aunque no ha cumplido su compromiso con Dios, está apresado, atrapado, sin libertad de hacer lo que pensó que podía hacer; se tiene poco tiempo para reaccionar, pero todavía se puede.
La relación con el cazador. Aquí compara a aquel que no se ha comprometido con el Señor como un ave que cae en lazo del cazador. El ave cae porque hay cazador y el cazador pondrá cebo para ser atraído y no se da cuenta de la trampa. Entonces esta relación no parece conveniente y lo que sucede es que podemos tener una relación donde no nos damos cuenta que la otra parte es un cazador y que usará la carnada contra él, que no perdonará si lo atrapa, y aunque creamos que andamos en las alturas como ave, la carnada hace descender al más elevado. Solo caminar con el Señor nos libra de caer.
La relación con el mal anunciado por la trompeta. El atalaya tocaba la trompeta y no era por gusto porque anunciaba la amenaza del mal sobre ellos, el enemigo estaba fuera y venía en su contra. Esto traía un alboroto dentro pues trataban, unos de ponerse a salvo y protegerse, y otros para tomar sus armas. La relación no debe caer en ese único hilo de advertencia, porque cuando se deteriora la relación con Dios toda palabra parece contraria, y el mal como dice el verso 6, lo ha hecho él para tratar de hacer reaccionar al pueblo.
Aun en los tiempos que parecen de celebración pueden ser peligrosos, por lo que se debe prestar atención ya que el Señor dice que no hará nada sin que revele su secreto a sus siervos los profetas y estos darán la palabra en todo tiempo; por otro lado si el león ruge es para que tengamos temor y que se busque al Señor aun con esas relaciones deterioradas. Algunos dicen que están caminando con el Señor pero en realidad van con un león y no se dan cuenta que están en la selva de su propio libre albedrío, otros están en la guarida del león creyendo que están seguros, otros pueden estar a la mirada del cazador y aunque se crea espiritual el ave descenderá con la carnada, y otros que no caminan con el Señor aunque estén en la iglesia solo se alborotan por las noticias del atalaya pero todo queda ahí, no pasan a acercarse a caminar nuevamente con Dios.
Es peligroso querer caminar con Dios en desacuerdo porque muchos lo han intentado y han fracasado, hay que revertir el proceso, es el propósito del Señor. Andar con el Señor juntos debe ser la prioridad en la vida, más que alcanzar metas, pues nos pueden separar sin que nos demos cuenta, aprender a vivir de la mano con él debe ser la vida misma, y el seguro de vida eterna.