Sal
51:6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me
has hecho comprender sabiduría.
Sal
55:12 Porque no me afrentó un enemigo, Lo cual
habría soportado; Ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Porque me hubiera
ocultado de él; 13 Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, Mi guía, y mi familiar;
14 Que
juntos comunicábamos dulcemente los secretos, Y andábamos en amistad en la casa
de Dios.
Sal
128:3 Tu mujer será como vid que lleva fruto a los
lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.
Nadie puede escapar a la realidad
de la familia, no importa en el tipo de familia que nos toque vivir o nos haya
tocado desarrollarnos, pues como cristianos tenemos familias formadas quizá no
por los padres, sino por otros miembros que se incorporan como la propia
familia y en la práctica es con quien tendrá intimidad, sea la relación buena o
no muy buena.
Mantener
la comunión familiar en este tiempo es todo un desafío pues existen
distracciones, y barreras que la dificultan y hasta lo pueden echar a perder:
El trabajo que nos toca desarrollar, la mujer que tiene empleo o trabaja fuera,
pues la mujer tiene mayor intervención en el bienestar familiar y esto hace más
complicada su labor, también existen todo tipo de distracciones que nos vuelve
distantes y hasta totalmente ajenos a la familia, todo esto y otras cosas más reducen
los espacios para la comunión y la intimidad familiar.
Está de
más decir la importancia de este espacio y la intimidad familiar para
desarrollar muchos de los valores espirituales para todos los miembros, además
de lo enriquecedor que es para el crecimiento de casa miembro, pues podemos
pensar que el aprendizaje solo tiene una dirección, de padres a hijos, pero en
la práctica somos ayudados como padres a mejorar nuestra vida y que al final se
vuelve en beneficio de ellos.
El peligro de la traición familiar. Cuando
existen daños dentro del círculo de intimidad familiar son los más duros de
resistir, de hecho dice David en el Sal_55:13-14 -acerca de un amigo que le
traicionó- a quien le hizo entrar en ese círculo de intimidad, y que no
respetó. Traición es el quebrantamiento de la lealtad o confianza que otro nos
brinda, la familia es por definición el espacio donde la confianza se brinda
por el amor que tenemos, pero cuán difícil es entender la que el precio de
quebrantar la confianza tiene doble sentido.
Si nos
permiten entrar en la intimidad familiar es un valor grande a guardar, pues si
no se hace los daños serán grandes. Los hijos, los cónyuges nos debemos
fidelidad porque tenemos el potencial de hacer mucho daño al faltar a la
confianza, la cual creemos que es obligación para nosotros, pero en realidad se
trata de un privilegio que nos dan. Aunque el amor facilita el perdón cuando se
traiciona la confianza, no quiere decir que las consecuencias se van a detener
en nosotros cuando fallamos, y esto lo debemos entender, porque el perdón es en
primer lugar para mi beneficio, si la otra persona está dispuesta a cambiar ese
perdón se volverá en un recordatorio poderoso para que el Señor le ayude.
Para David
aquella persona no solo era un familiar, sino que además lo valoraba con
liderazgo sobre su vida, como guía, es decir de quien podía recibir un consejo;
este era el lugar que ocupaba y esto nos habla de que en la intimidad se avanza
también en nuestra voluntad como para permitir que nos den un consejo, la
traición tenía una desilusión pues cuando se espera más de las personas y
traicionan no es solo la persona sino lo que representaba para nuestros planes,
para David era impactante.
Perdiendo la libertad y confianza. En el
huerto se perdió la confianza, y la libertad de la intimidad que gozaban con el
Señor, pues metieron a uno ajeno al círculo de intimidad, la serpiente, y elevándolo a una posición de consejero que
no le correspondía. Aquí está el punto, el cuidarnos de entender a quién podemos
escuchar y prestar atención y más aún seguir un consejo.
Después
del pecado de Adán y Eva entendemos que se descubre lo que estaba cubierto
(heb. tukja: cubierto). Dios nos da áreas cubiertas para los demás, pues el
pecado lo descubre, lo desnuda, cuando Eva y Adán pecaron su primera consecuencia
fue vergüenza o pena, y se llenaron de inseguridad pero lo más significativo y
grave fue el esconderse de Dios, entonces son dos consecuencias graves:
desnudez y alejamiento de Dios.
Lo que
pasó entre Adán y Eva con el pecado fue nuevo pues ya existía una relación
familiar con el Señor, y ahora se le estaba agregando un gran obstáculo que
antes no existía en la relación entre ellos, pues en ese momento estaban
enfocados en tratar de cubrirse a como diera lugar y no acercarse a él a causa del pecado. Con
alguna similitud se puede tener el mismo deterioro en la familia, pero aquí con
el agravante que puede ser en todas las relaciones, es decir de hijo o hija a
padre o madre y viceversa, y tener a causa del pecado cerrado la comunión.
El plan de Dios en la intimidad. Existen
aspectos que refuerzan la intimidad y la unidad como lo dice David en los
salmos:
·
Comunicación
dulce de los secretos, nos debemos esforzar que sean dentro de
nuestra intimidad familiar y no fuera. Que esa dulzura sea la mayor parte del
tiempo, y que exista esa dulzura dentro de nuestra familia. Esto es posible cuando
hay amistad, y es difícil saber que los nuestros deben de llegar a ser amigos
aunque también hijos y viceversa. Cuando la dulzura la sentimos con los
extraños y nunca con los nuestro podemos estar en problema.
·
La
sinceridad llevará estabilidad porque nos permitirá avanzar y no
estancarnos en las dificultades que se presenten, el Señor ama la verdad en lo
íntimo, pues la falsedad en este nivel es el que más daño nos hace. La verdad
por dura que sea nos llevará a la estabilidad.
Los beneficios de la buena intimidad. Serán
muy grandes y nos llenarán de alegría, así lo describe en el Sal_128:3. Los
beneficios son para el que teme o respeta al Señor en cuanto a la lealtad para
no traicionar la confianza que nos ha dado de ser parte de él, porque Adán y
Eva eran parte de la familia de Dios, así también somos hoy parte de su familia
y promete un beneficio que va más allá del concepto de felicidad que podamos
tener.
Este salmo
habla de una familia donde queda tácita la presencia de la cabeza del hogar al
mencionar la bendición que gozan los demás, entendiéndose que también disfruta
de la bendición dada a los demás como propias:
·
En primer lugar la mujer muy bendecida
dando fruto hasta en el lugar más profundo (a los lados dice el salmo y la
palabra heb. yereká: es la parte más profunda o inaccesible). Esto hace
referencia a lo más íntimo, esto es lo de más cuido, lo que está más cubierto y
donde solo la cabeza tiene acceso completo.
·
En segundo lugar habla de los hijos como
plantas de olivo (que alumbren alrededor y que no estén apagados), como en
contorno haciendo un círculo o alrededor de la mesa, en el convite. Este es un
lugar más accesible pero dentro de lo que cubrimos pues se ama. Si nuestros
hijos están apagados y no lo notamos es porque no estamos con ellos ni siquiera
en la mesa, o es porque están muy apagados porque no dan aceite, o se apaga la
luz por otros vientos o porque necesita despabilarse.