miércoles, 6 de febrero de 2013

El consejo de Dios


Texto: 2Cr_25:12-19

2Cr 25:6  Y de Israel tomó a sueldo por cien talentos de plata, a cien mil hombres valientes.
2Cr 25:7  Mas un varón de Dios vino a él y le dijo: Rey, no vaya contigo el ejército de Israel; porque Jehová no está con Israel, ni con todos los hijos de Efraín. 2Cr 25:8  Pero si vas así, si lo haces, y te esfuerzas para pelear, Dios te hará caer delante de los enemigos; porque en Dios está el poder, o para ayudar, o para derribar. 2Cr 25:9  Y Amasías dijo al varón de Dios: ¿Qué, pues, se hará de los cien talentos que he dado al ejército de Israel? Y el varón de Dios respondió: Jehová puede darte mucho más que esto. 2Cr 25:10  Entonces Amasías apartó el ejército de la gente que había venido a él de Efraín, para que se fuesen a sus casas; y ellos se enojaron grandemente contra Judá, y volvieron a sus casas encolerizados.

2Cr 25:14  Volviendo luego Amasías de la matanza de los edomitas, trajo también consigo los dioses de los hijos de Seir, y los puso ante sí por dioses, y los adoró, y les quemó incienso.
2Cr 25:15  Por esto se encendió la ira de Jehová contra Amasías, y envió a él un profeta, que le dijo: ¿Por qué has buscado los dioses de otra nación, que no libraron a su pueblo de tus manos? 2Cr 25:16  Y hablándole el profeta estas cosas, él le respondió: ¿Te han puesto a ti por consejero del rey? Déjate de eso. ¿Por qué quieres que te maten? Y cuando terminó de hablar, el profeta dijo luego: Yo sé que Dios ha decretado destruirte, porque has hecho esto, y no obedeciste mi consejo.
2Cr 25:17  Y Amasías rey de Judá, después de tomar consejo, envió a decir a Joás hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel: Ven, y veámonos cara a cara. 2Cr 25:18  Entonces Joás rey de Israel envió a decir a Amasías rey de Judá: El cardo que estaba en el Líbano envió al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: Da tu hija a mi hijo por mujer. Y he aquí que las fieras que estaban en el Líbano pasaron, y hollaron el cardo. 2Cr 25:19  Tú dices: He aquí he derrotado a Edom; y tu corazón se enaltece para gloriarte. Quédate ahora en tu casa. ¿Para qué provocas un mal en que puedas caer tú y Judá contigo? 2Cr 25:20  Mas Amasías no quiso oír; porque era la voluntad de Dios, que los quería entregar en manos de sus enemigos, por cuanto habían buscado los dioses de Edom.


El consejo de Dios es dado al hombre por el derecho que tiene de ser Padre, así que como cualquier padre terrenal que tiene derecho sobre su hijo para darle el consejo y que para aquel que hace el buen papel de hijo deja que su padre le dé el consejo aun cuando ya se es mayor, por esta razón puede intervenir en al menos decir si mira peligro o si ya existe problema que su hijo no alcanza a ver.

La forma que Dios manifiesta este consejo es a través de su palabra, y es por eso que es necesario que tengamos siempre cuidado del ministerio de la palabra en nuestras congregaciones, sin embargo existen formas más directas de dar ese consejo y es cara a cara, y esto implica que no podemos decir que desconocíamos de algo si nos lo han dicho directamente. Hoy día se tiene la palabra donde cada quien toma conforme a su fe y muchas veces entre más necesidad tenemos menos se toma de ese consejo y es necesario el consejo directo. Desafortunadamente solo las congregaciones pequeñas tienen ese beneficio de tener mayor acceso a los ministros, aunque a veces se desaprovecha,

Tenemos cada vez más una iglesia moderna menos personalizada porque también el pueblo de Dios siente el derecho de que no se metan en sus vidas, cuando el propósito de Dios es ayudarnos a cambiar nuestras vidas, esto es contradictorio. Estamos mirando cómo cada vez existe menos identificación y las soluciones a los problemas en la vida de los creyentes queda reducido a lo que se quiere tomar de la palabra predicada, sin reconocer muchas veces tan siquiera que existen problemas y que muchos son de tomar decisiones acertadas más que de un conocimiento profundo de la palabra de Dios.

Los problemas en el hombre requieren consejo. Reconocer el problema y tener el valor de expresarlo es tenerlo casi resuelto, aunque hay que decir que esto no es tan fácil hacerlo. Desgraciadamente el problema puede estar cuando se da a conocer a las personas equivocadas, si tenemos compañías  inapropiadas, y entonces pedimos ayuda en el lugar equivocado.

Quién hubiera pensado que Moisés tenía un problema que no había descubierto. En Exo_18:19-22 Jetro se permite dar un consejo a Moisés porque existía un problema que él sabía le afectaría con el tiempo (se lo dice porque lo amaba), en otras palabras estamos viendo que un consejero aconseja a un gran consejero que era Moisés, y la solución al problema era poner más consejeros escogidos después de enseñarles como juzgar para que se encargaran de las cosas pequeñas. Las personas llegaban a consultar, y esto era porque quién mejor que Moisés, pero muchas cosas no eran tan complejas, y allí el consejo de apoyarse con los jefes de 10, 50, 100 y 1,000, con esto llegaría muy filtrado solo lo difícil y esto aliviaría la carga a Moisés.

El Señor es llamado Admirable Consejero en Isa_9:6 la palabra hebrea usada es “yaáts” que significa aconsejar pero también resolver, lo deja implícito la existencia de un problema previo al cual le da la posibilidad de solución, pues depende de la persona que recibe el consejo tomar sus decisiones conforme al consejo del Señor. El Señor puede solucionar cualquier situación en nuestra vida, pero no se puede dejar a un lado que los ministerios es la forma que comparte con el hombre esa labor de forma delegada.

La falta de consejo causa sufrimiento. El profeta Miqueas Miq_4:9 habla de cómo había dolor en Israel, dice como mujer de parto cuando faltan dos cosas importantes en la vida: rey y consejero. El rey nos habla de la acción, de la ejecución y del poder; pero el consejero habla de la falta de consejo para la solución de los problemas, estos son antes de actuar. Cuando no se tiene consejero puede haber dolor que van como los de parto, que son de menos a más es decir más fuertes, y cada vez más frecuentes, y cada vez más largos.

No podemos dejar de decir que los dolores entre contracción y contracción sirve para tomar fuerzas aunque se sabe que no se podrá detener el proceso, se tiene que llegar al final una vez se está en trabajo de parto. Así es también puede pasar cuando pensamos que podemos con los problemas y no nos damos cuenta que mientras no llega el consejo de Dios es más difícil detener el problema. El consejo puede ayudarnos a resolver aunque se haya complicado el asunto pero no podemos dejar que terminen de mal manera cuando el daño es irreversible.

Cualquiera pensaría que el consejo no sirve cuando se está en proceso de parto, pero la verdad que un consejo simple a la mujer cuando le dicen: respire bien de la manera adecuada y no jadeante ni de suspiro, no gritar ni hacer fuerza antes de tiempo sino sincronizar el reflejo natural de contracción con la fuerza voluntaria. El consejo puede prevenir pero también ayudará a salir del problema de la mejor manera o con menos daños.

El consejo de Dios siempre funcionará. 2Cr_25:12-19 Nos puede afectar mucho si pensamos que podemos hacer a un lado el consejo de Dios, porque aunque seamos “el rey” necesitaremos el consejo de Dios. A veces queremos tomar la iniciativa con nuestros propios medios, pero lo posible (si somos hijos), es que si no tomamos en cuenta su consejo, Dios se tomará la libertad de hacernos saber su voluntad y ese consejo vendrá a ser la solución propuesta al problema, aunque siempre la decisión será nuestra.

La primera vez Amasías pudo aceptar el consejo de Dios a través del profeta y lo llevo al éxito, aunque no debería hacernos confiados, pensando que todo lo que hagamos está avalado por el Señor, porque nos puede hacer cometer errores, esto fue lo que pasó con el rey Amasías que hizo caso del consejo dado por Dios a través del profeta 2Cr_25:6-11. Se encontraba en problemas al haber contratado a sueldo a cien mil del ejército de Israel. Seguir el consejo de Dios suele tener un costo, hay que pagar un precio, y eso representó la pérdida de 100 talentos de plata, y la otra parte del precio fue el malestar con que volvieron enojados y encolerizados, quienes regresaron luego para dar muerte a tres mil de Judá; estos se levantaron e invadieron ciudades y tomaron despojos.

Haber seguido el consejo de Dios le dio victoria pero cometió el error al dar reconocimiento a dioses ajenos al quemar incienso y adoración. Esto encendió la ira del Señor contra Amasías y le envió un profeta que le reprochó su decisión de seguir dioses que no son efectivos ya que no les libraron de ellos como enemigos.

Cuando Amasías había pecado ya no podía escuchar ni obedecer el consejo de Dios y las excusas para evitarlo fueron:

1.      Invalidar al consejero. Este fue el reproche en 2Cr_25:16 ¿te han puesto por consejero del rey? No podía soportar el consejo. Esto es común muchas veces aunque no se diga claramente, con solo el hecho de no querer escuchar ni presentarse.
2.     Sobreponer el derecho como persona. Estaba diciendo también que él tenía sus propios consejeros y tenía el derecho a pedir consejo de los que le fueran agradables. Hoy día jóvenes reclaman su espacio, pero si eres padre sabes que no puedes dejarlos porque es en ese momento que el consejo será útil, posiblemente después sea tarde.
3.     Amenaza de las consecuencias. ¿Por qué quieres que te maten? No te metas conmigo porque puedes salir lastimado. La verdad es un derecho mal entendido porque Dios quiere hacernos ver las cosas y si obedecemos saldremos de los problemas. Esto era grave pues esa amenaza era directamente para el Señor, no solo para el profeta.

La respuesta del profeta fue firme, sin que le afectara lo que le acababa de decir, no hizo nada en su autoestima, ni afectó su valentía, ni retrocedió en el derecho legítimo de Dios de dar el consejo por esto dijo: serás destruido por que no seguiste mi consejo, pues es el Señor el que ayuda o hace caer y sin ser así adoraste y quemaste incienso a dioses perdedores.

Amasías pide consejo pero no del Señor sino de sus propios consejeros y le recomiendas que desafíen al rey de Israel Joás, y aunque este le advierte que era una mala decisión decide pelear con él, y que esa decisión no solo le afectaría a él sino todo el pueblo; siempre es así el rechazo del consejo de Dios afecta a nuestros cercanos. Amasías es derrotado por el rey de Israel Joás. Cuando rechazamos a Dios hasta el consejo del impío puede servirnos, porque ese consejo hubiera librado de muchos daños.

Las derrotas vienen por no obedecer sus consejos, aunque nos sintamos fuertes y capaces por eso somos llamados a ser humildes de espíritu para no dejar de oír el consejo de Dios quien nos sacará de problemas.