Texto: 1 Corintios 7:29-31
29 Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta,
pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen; 30 y los que
lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y
los que compran, como si no poseyesen; 31 y los que disfrutan de este mundo, como si no lo
disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa.
32 Quisiera,
pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del
Señor, de cómo agradar al Señor; 33 pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de
cómo agradar a su mujer. 34 Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La
doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo
como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo
agradar a su marido.
35 Esto lo digo
para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y
para que sin impedimento os acerquéis al Señor.
Aunque esta porción está claramente hablando
sobre la situación de las solteras y las casadas en relación al cuidado con el
Señor, tiene una recomendación a todo cristiano y un entendimiento de los diferentes
impedimentos que se pueden tener que no nos permiten tener la comunión que el
Señor quiere.
Como cristianos se puede estar entretenidos pensando en las
cosas que necesitamos superar en el plano material y personal, olvidándose de lo
espiritual y de cuál debe ser nuestro comportamiento en este tiempo que nos ha
tocado vivir. Existe una necesidad de las personas que quieren que les digan
que podrán superar sus necesidades materiales, esto a través de la predicación,
entonces los ministerios pueden desviarse a buscar ese tipo de soluciones, todo
para mantener una población de personas en sus congregaciones.
Están sucediendo muchas situaciones en el pueblo de Dios, pues
no todos vivimos las mismas cosas al mismo tiempo ya que se puede vivir las situaciones
buenas y también las situaciones difíciles de Dios; el apóstol Pablo nos dice
que debemos aprender a responder situaciones contrarias gozándonos con aquellos
que viven esta situación y que lloremos con los que lloran (Ro 12:15); no se puede decir que unas situaciones son
buenas y otras malas, porque en toda situación aprendemos a vivir la vida
cristiana si no lo hacemos se nos puede ir la vida y nos lamentaremos de no
haber aprendido por diferentes distracciones de este mundo.
PODEMOS VIVIR MUCHO
TIPOS DE SITUACIONES
Se pueden vivir situaciones buenas a los ojos del hombre como también
situaciones malas, aun esto sin estar ligadas al pecado, sino como condiciones
que se van presentando en la vida sin estar asociadas a nuestra conducta pero
que nos van a ayudar a ser mejores para el Señor.
El apóstol Pablo aunque está hablando acerca de las jóvenes y su
casamiento, encuentra apropiado hablar de los tiempos que se pueden vivir a
través de la vida. La aflicción de la carne era lo que el apóstol quería
evitarles, pues la unión en matrimonio trae aflicciones, por esto menciona diferentes
condiciones o ejes situacionales del hombre en la vida y la reacción que
provoca en lo espiritual, volviéndose impedimentos al cristiano que en su
momento no parecen ser importantes. ¿Cuál debe ser el comportamiento en
diferentes situaciones?
1. El que tiene mujer como si no la tuviese.
Para muchos es una meta casarse, y el apóstol decía quédense sin casarse pero
si no pueden cásense. Pero si estamos casados vivamos como si no lo estamos,
esto en relación a no solo responder a la pareja sino que primero a Dios. Frecuentemente
vemos poner de escusa a la pareja para meterse en la vida espiritual, esto no
es válido para el Señor sino que debemos aprender a que no sea un impedimento.
2. Los que lloran deben vivir como si no
llorasen. Aquí se refiere más a los que lloran en silencio, gimen y no se les
escucha pero el dolor lo llevan dentro. El apóstol dice que debe vivir como si
no sufrieran porque de lo contrario serán vencidas y no podrán seguir en el
camino del Señor. Algunas personas son impedidas de servir al Señor pues si no
permiten al Señor su restauración ese dolor les descalifica.
3. Los que se alegran como si no se alegrasen.
Los jairos o gozosos deben de evitar que su alegría les afecte a otros, para
poder bendecirles. Desgraciadamente algunas personas no soportan el gozo, pero
también que esa alegría no nos haga querer quedarnos en esa situación, pensando
que eso es lo mejor para nuestra vida volviéndose impedimento para la obra del
Señor. Muchas cosas nos pueden alegrar y hacernos felices pero otros no viven
la misma situación y esto nos obliga a disponernos a la obra.
4. Los que compran como si no se poseyesen.
Los que van al mercado todo el tiempo es porque están en condiciones económicas
para ir, pero no deben confiarse que porque puedan adquirir todo lo que se les
antoje están bien con el Señor, ya que eso puede impedir su obra de
restauración en nosotros. El tener o la abundancia puede confundir a la
bendición completa.
5.
Los
que disfrutan o aprovechan el mundo como que no lo disfrutasen. Este es un peligro
pues al estar aprovechando el mundo podemos querer quedarnos ahí y de esta
manera despreciar lo espiritual y la obra de Dios en nosotros porque la
fascinación del mundo deja a muchos fuera de la gracia.
EL ASPECTO EXTERIOR O
APARIENCIA PASA
Lo que nosotros vemos exteriormente aunque parezca que es
interminable, aunque pensemos que el sistema actual no se terminará, sí se
acabará. Mucha gente espera otro orden pero piensan en uno humano, no en el
nuevo orden espiritual que establecerá en su segunda venida el Señor y el reino
eterno. Esperar otro sistema mundial humano es esperar el orden del anticristo,
del cual muchos serán confundidos y hasta cristianos promoverán dicho sistema.
Todo el sistema del mundo es apariencia, ya que se piensa que
quien tiene más dinero es más feliz, pero tal cosa no del todo real si el Señor
no está en nuestras vidas, porque aun la felicidad que provoca el dinero es de
pura apariencia y vacía, por esta razón se puede estar empeñado en esa línea de
vida sin encontrar la verdadera felicidad que solo el Señor puede dar.
EL TIEMPO SE HA
ACORTADO
La pregunta es ¿qué estamos esperando? El Señor esta pendiente
de nosotros y lo que vamos hacer, si vamos a superar los impedimentos o si nos
dejaremos atrapar en ellos. Algunos piensan que esto es un argumento para
amarrar a las personas y someterlas para meterlas en una iglesia, pero la
verdad es que quien no lo supera queda atrapado en las telarañas de las
situaciones creyendo que son razones legítimas para no avanzar en el Señor.
El tiempo es corto, su significado en griego es el de poner
vendas a un cadáver, en otras palabras el tiempo ya está muerto, y todo lo que
se hace es poner aromas para que no tenga mal olor, ya no hay esperanza de
vida. Esta debe ser la visión que debemos tener: que ya no hay más tiempo como
para tratar de alargarlo con aquellas situaciones de aparente bienestar.
El tiempo es corto, la vida más, y la oportunidad se puede pasar
esperando el mejor tiempo y en ninguno se sentirá bien aquel que no tiene
voluntad de seguir al Señor. Algunos se sienten mal para seguir al Señor cuando
sufren, pero tampoco sienten que es buen tiempo cuando las cosas van bien y el
disfrute no deja seguir al Señor.