miércoles, 30 de mayo de 2012

En busca del éxito


Textos: Pro_31:10-21, Ecl_7:8; Ose_6:1-7
Pro 31:10  Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
11  El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias.
12  Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida.
13  Busca lana y lino, Y con voluntad trabaja con sus manos.
14  Es como nave de mercader; Trae su pan de lejos.
15  Se levanta aun de noche Y da comida a su familia Y ración a sus criadas.
16  Considera la heredad, y la compra, Y planta viña del fruto de sus manos.
17  Ciñe de fuerza sus lomos, Y esfuerza sus brazos.
18  Ve que van bien sus negocios; Su lámpara no se apaga de noche.
19  Aplica su mano al huso, Y sus manos a la rueca.
20  Alarga su mano al pobre, Y extiende sus manos al menesteroso.
21  No tiene temor de la nieve por su familia, Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.


Hoy día toda la gente habla del éxito, y buscado que alguien dé la fórmula para alcanzarlo. Se ha escrito tanto de qué hacer para ser exitoso en la vida y se ha escrito mucho y se nos olvida que la biblia nos habla de cómo vivir en éxito y no solo alcanzarlo, pero esta fórmula no es secreta, sino pública y que quiere que todos alcancemos.

Muchas personas se sienten atraídos por todo lo que dice “éxito”, cuando les aseguran que podrán tener éxito aun sin esfuerzo, tiene todavía mayor atracción. Esto se aplica también a los mismos ministerios donde como ministros en el afán de atraer y mantener el pueblo de Dios, queremos llamar la atención de aquellos que tienen sed de éxito, donde pareciera que el foco de atención es el bienestar del cristiano como fin del evangelio, no importando la acción hacia los demás, entre estos sus propias familias, y los que no conocen del Señor, o los que necesitan ayuda.

Pero, ¿cuál es la respuesta de Dios al anhelo de éxito? ¿Es el mismo concepto de éxito del hombre moderno al que nos propone Dios? Estas son preguntas que debemos contestarnos a la luz de la palabra, porque si pensamos que los beneficios del evangelio están encaminados al bienestar material únicamente, estaríamos dejando por fuera los mejores beneficios del evangelio como la salvación.

¿Qué es el éxito? La palabra viene del latín Exitus que significa salida, buena aceptación de alguien o algo; significa entonces el resultado o salida de algo. Se origina en el Gr. ekbasis: resultado o salida. (Ec origen de donde procede el movimiento o acción; básis caminar, paso, pie).

Según el griego es salir, caminando es decir en movimiento y esto es sin duda algo bien claro pues habla de la dinámica que tiene el éxito, no es un estado estático o que se espera a que llegue sino más bien decisiones que hacemos que deben estar en la obediencia a Dios y no a  nuestros propios deseos.  

Entonces el éxito según la palabra de Dios está asociada a terminar bien algo y no tanto por la aceptación que la persona tenga, porque justamente es lo que hoy más motiva a personas a buscar este tipo de éxito, no importándole a algunos lo que les pidan que hagan. Se pueden dejar llevar a hacer cosas ridículas y hasta llevarlos a una fe torcida todo para alcanzar éxito. Quien tiene éxito personal en los negocios, en el deporte o cualquier disciplina se vuelve un ejemplo y también un modelo, además de ganar poder.

Un ejemplo de éxito en la biblia. Este es un buen ejemplo en la palabra, aunque existen muchos ejemplos más, pero este llama la atención por ser el de una mujer que es virtuosa o ejemplar como muchas hoy día pero quizá sin sentirse como tal (Pro_31:18-20). Esta mujer que describe quizá hoy pasaría inadvertida, como una mujer quizá común, sin mayor relevancia o eminencia, pero según Dios es exitosa.

Pensaríamos que esta mujer no era exitosa por no ser una mujer empresaria con millones, sin embargo habla de la cosas que alcanzaba a hacer en su vida, teniendo el mismo tiempo que todos tenemos de veinticuatro horas en el día, no se preocupaba solamente de que las cosas materiales estuvieran hechas con excelencia pues usaba sus manos para hacer cosas en el tiempo que disponía, pues tenía un trabajo duro en su casa.

La confianza de su marido le daba seguridad, y se nota que ahorraba de lo que hacía pues cuando pudo adquirió tierra para plantar viña, de la cual dice que se cercioraba de que sus negocios estuvieran bien, lo que significa que no dejaba las cosas comenzadas sino que buscaba que fueran bien, es decir que no solo tenía habilidades con las manos sino que también era diligente en supervisar y buscar soluciones.

El cristiano exitoso se preocupa en estar bien con Dios como parte de su familia como Padre, llevaba bien su vida familiar principalmente con su esposo que le tenía confianza, su marido está seguro que todo bajo sus manos tiene bendición, así como lo era Daniel. Un segundo ámbito era el de sus ingresos que estaban enfocados en todo lo que podía hacer con sus manos y esto servía para bendecir a su familia y aun a sus cridas. El tercer ámbito está muy bien cubierto y el de dar al pobre y al necesitado, esta es una faceta clave para el éxito pues si hemos alcanzado algún nivel siempre podremos ayudar y con esto motivar  a que otros también sean exitosos. Esto hace completo el triunfo, pues si es solitario no tendrá un buen sabor.

El cristiano de hoy puede tratar de hacer las cosas solo para su beneficio y esto puede estar limitando lo que el Señor quiere hacer; existe muchas personas exitosas que no disfrutan el éxito, y no se dan cuenta que lo tienen dentro de lo relativo, pero es necesario compartirlo con el que necesita para que su espíritu crea que Dios no es limitado.

Por el conocimiento de Jehová viene el éxito. En Ose_6:3 dice: “Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.” Nos habla lo que es conocer al Señor y como ese conocimiento nos dará éxito en la vida. El éxito es la salida a y esto implica vencer lo que es contrario, o los problemas o barreras que tenemos, y la desobediencia evita al hombre alcanzar el éxito.

Nadie lo puede alcanzar si no conoce al Señor, y la forma en que nos lo lleva ese conocimiento es tan segura como la salida del sol. El amanecer llega con el conocimiento del Señor a nuestra vida, y el éxito se abre, nos ilumina la vida, nos llena como el sol que nadie puede detener. Su palabra llegará como el agua que cae temprano cuando queremos preparar el terreno y también la que esperamos al final que es la que definirá la cosecha, no debemos desespera.

Es mejor el final del negocio. Así dice Ecl_7:8: “Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu.”  Esta cita bíblica nos habla de que no es tanto el comenzar algo, sino tener éxito en lo que hacemos, esto es terminar bien. Alguno no ha terminado algo que comenzó con entusiasmo, si esto es cierto entonces no tuvimos éxito en tal empresa. La vida espiritual es también un negocio o área importante de la vida donde se debe tener éxito.

Nadie debe sentirse fracasado si no ha podido terminar algo bien, porque mientras hay vida no se ha terminado el asunto, es decir estamos a tiempo para alcanzarlo sin ningún problema, la única condición es que no debemos olvidar todos las áreas que incluye el éxito.

Parece que el sufrido o paciente es aquel que consigue el éxito, y esto de verdad es sabiduría porque algunos podemos desesperarnos y aun dejar el camino del Señor pensando que no habrá éxito para nosotros, y lo que necesitábamos era más tiempo para avanzar en el camino. No debemos dejar que nos venza la falta de resultados económicos porque esta solo es una parte del éxito total.

Desgraciadamente cuando no se entiende que el exitoso en la vida es el que tiene una buena relación con Dios, su familia, tiene ánimos y fe para trabajar no importando lo que hagamos, y puede dar porque el que recibe de ti te mirará como exitoso. Cristianos dejan el camino cuando no reciben lo que esperaban que Dios les daría, porque se enfocan en lo que no es, pero en la iglesia de Dios existe mucha gente exitosa, vivamos sintiéndonos así porque el Señor nos mira así.