2Ti 3:10 Pero tú has seguido mi
doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, 11
persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía,(B) en Iconio,(C)
en Listra;(D) persecuciones que he
sufrido, y de todas me ha librado el Señor. 12 Y también todos los que quieren vivir
piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 13 mas los malos hombres y los engañadores irán
de mal en peor, engañando y siendo engañados.
Hch 13:48 Los gentiles, oyendo esto, se
regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que
estaban ordenados para vida eterna. 49 Y la palabra del Señor se difundía por toda
aquella provincia. 50 Pero los judíos instigaron a mujeres piadosas
y distinguidas, y a los principales de la ciudad, y levantaron persecución
contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de sus límites. 51 Ellos
entonces, sacudiendo contra ellos el polvo de sus pies,(W) llegaron a Iconio. 52 Y los discípulos estaban llenos de gozo y del
Espíritu Santo.
Hch 14:2 Mas los judíos que no creían
excitaron y corrompieron los ánimos de los gentiles contra los hermanos. 3 Por tanto,
se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el Señor,
el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, concediendo que se hiciesen
por las manos de ellos señales y prodigios. 4 Y la gente de la ciudad estaba dividida: unos
estaban con los judíos, y otros con los apóstoles. 5 Pero cuando los judíos y los gentiles,
juntamente con sus gobernantes, se lanzaron a afrentarlos y apedrearlos, 6 habiéndolo
sabido, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a toda la región
circunvecina, 7
y allí predicaban el evangelio.
Hch 14:18 Y diciendo estas cosas,
difícilmente lograron impedir que la multitud les ofreciese sacrificio. 19 Entonces
vinieron unos judíos de Antioquía y de Iconio, que persuadieron a la multitud,
y habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad, pensando que
estaba muerto. 20 Pero rodeándole los discípulos, se levantó y
entró en la ciudad; y al día siguiente salió con Bernabé para Derbe. 21 Y después
de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos,
volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, 22 confirmando los ánimos de los discípulos,
exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a
través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.
Cuando algunas cosas no salen como queremos podríamos
pensar que no es el propósito de Dios y que por eso no se dan las cosas, o que quizá
no es el tiempo de Dios para que nos sea dado, sin embargo hay situaciones en
las que haciendo la voluntad de Dios y siendo obrero del Señor podríamos sentir
obstáculos, oposición para que ocurran ciertas cosas. En Num_32:23 no habla de
una persecución sino de las consecuencias del pecado, no debemos confundirlo.
Algunas veces se puede estar sufriendo persecución y no
darnos cuenta de lo que está pasando a nuestro alrededor, y qué es lo que se
está moviendo. Nuestra lucha no es contra carne ni sangre por lo tanto aunque
personas y aun cristianos sean influenciados no debemos ver la persecución como
humana sino espiritual, de huestes o potestades que influyen sobre otros y que
quieren oprimirnos directamente.
Es necesario que conozcamos lo que Pablo hizo para superar
todo tipo de persecución y cómo se originó la persecución para no quedarnos con
la idea que solo se puede tener persecución física. Pablo le enseña a Timoteo
que no se afligiera de la persecución porque de alguna manera es una forma de
saber que se está en buen camino y obrando en el Señor, por supuesto para
alguien que tiene discernimiento para darse cuenta que no se está saliendo de
la obra del Señor.
Pablo le dice a Timoteo que no solo había seguido su
doctrina, sino también que era lo correcto estar cerca en el camino de
persecución, no que buscara la persecución sino que esa persecución no lo
sacara del camino, es decir que no lo hiciera retroceder en la obra. Además es
importante para que nosotros no nos volvamos perseguidores de los que realmente
hacen la obra de Dios.
El apóstol cuenta que de toda persecución lo ha librado el
Señor, cuando soportamos la persecución en ese mismo tiempo el Señor obra
maravillas, pero si no queremos sufrirlo entonces no puede manifestarse en ese
tipo de bendición tan grande. Luego el Señor lo libraba de dos maneras uno
sacándolo de la persecución cuando lo iba a dañar, o precipitándolo como un
flujo o corriente que lo hace pasar por bajo sin que lo vean. El apóstol
describe cada experiencia y de aquellos que se dejaron influenciar y se
volvieron perseguidores:
Antioquía de Pisidia:
la persecución que hacen los que se dejan
estimular. Estos fueron aquellos con envidia o se sienten amenazados por la
verdad que se predica, y que tienen la capacidad de acercarse y aguijonear mover
a los piadosos para que se vuelvan perseguidores aun sin saberlo. En las mismas
iglesias puede existir esta influencia que pone de perseguidores a aquellos que
se dejan arrastrar.
Es importante ver los dos tipos de personas que persiguen
y qué es lo que tienen en común, y no hablamos de lo externo sino del interior,
de lo que no se ve; lo común es que no quieren el bien de los demás y se
sienten con envidia. Las personas que no les gusta el obrar de Dios en las
vidas, que no les gusta la restauración de otros terminarán volviéndose perseguidores.
El resultado de esta persecución fue que Pablo y los demás
hermanos sacudieron el polvo en señal de no querer nada de ellos, y que el
juicio de Dios cayera sobre estas personas por lo que habían hecho en contra
del evangelio. Esto significa desvincularse y no tener ninguna responsabilidad,
y esto era una página que se pasaba y se iba a otro lugar donde aceptaran el
mensaje. Hoy día no hacemos esto de desvincularnos de los que no quieren nada
con Dios, pero el tiempo apremiaba y no podían esperar hasta que cambiaran y aceptaran
el mensaje. Entonces Pablo y los hermanos solo salieron y se apartaron de la
persecución.
En Iconio: los que corrompen los ánimos. Los judíos que no creían metieron en desesperación y
excitaron los ánimos de los gentiles contra los hermanos. Algunas personas son así
y funcionan de acuerdo a sus ánimos y existen otros que son expertos para
moverlos en el ánimo como masas a donde ellos quieren, son agitadores del alma.
Esto no hizo correr a Pablo y los hermanos sino que se
detuvieron allí mucho tiempo, pero confiados en el Señor que tiene la
autoridad, y en ese orden sabían que estaban haciendo lo correcto. Esta
decisión influyó en muchas personas que siguieron al Señor.
Al final se dividieron y los contrarios donde estaban los
judíos, gentiles que no creyeron y sus gobernantes que miraban las cosas desde
otro punto de vista, estos se reunieron para apedrearles, y Pablo y los
hermanos fueron avisados y huyeron a tiempo. Esto demuestra que el Señor puede
permitir que huyamos y no quedarse esperando.
En Listra: los que persuaden a los volubles. Esto es lo que sucede con las masas que siguen señales,
que así como se maravillaban por lo que miraban sus ojos, también rápido podían
cambiar de opinión. Es que los ojos no tienen tanta memoria para amar, el amor
a Dios no debe depender de los ojos sino del corazón. Estos antes los estaban
adorando como dioses y después los estaban apedreando, así es el obrero de Dios
mientras la gente ve cosas al que no quiere de Dios le parece un espectáculo
más, pero cuando estos mismos son tan volubles que no les importó lo que habían
visto de maravillas de Dios, sino que se dejaron influenciar al punto de llegar
a ser violentos.
De esta actuación de esta gente el apóstol Pablo sufrió de
pedradas hasta que lo sacaron creyéndolo muerto, pero el Señor le libró pues el
Señor lo levantó. Así es muchas veces que tenemos que sufrir algún daño pero
siempre el Señor sacará adelante a los que les sirven y los hará llegar hasta
donde él quiera llevarlos.
Para salir de la
persecución tenemos que hacer solo una cosa: no dejar de hacer la obra del
Señor. Al final la persecución terminará,
pues en aquellos lugares de donde fue sacado pudieron regresar a confirmar a
los hermanos y a establecer ministros.