sábado, 16 de febrero de 2013

Señal del cielo


Texto: Mat_16:1-4; Mar_8:11-13; Luc_11:29-32; Jon_3:1-10

Mat 16:1  Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo. Mat 16:2  Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. Mat 16:3  Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!
Mat 16:4  La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Y dejándolos, se fue.
Mar 8:11  Vinieron entonces los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole señal del cielo, para tentarle. Mar 8:12  Y gimiendo en su espíritu, dijo: ¿Por qué pide señal esta generación? De cierto os digo que no se dará señal a esta generación.
Mar 8:13  Y dejándolos, volvió a entrar en la barca, y se fue a la otra ribera.
Luc 11:29  Y apiñándose las multitudes, comenzó a decir: Esta generación es mala; demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal de Jonás. Luc 11:30  Porque así como Jonás fue señal a los ninivitas, también lo será el Hijo del Hombre a esta generación.
Luc 11:31  La reina del Sur se levantará en el juicio con los hombres de esta generación, y los condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar.
Luc 11:32  Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque a la predicación de Jonás se arrepintieron, y he aquí más que Jonás en este lugar.

Señal del cielo es lo que pedían al Señor que les mostrara para tener seguridad de que era Dios, y no les fue dada por que sabe el Señor que los cambios del corazón no son externos, y una señal portentosa puede traer temor para algunos, pero no generar cambios permanentes. Si una señal aparece es una oportunidad para aprovechar decir muchas cosas aunque lo que el Señor quiere es que le busquemos a él y esto no ocurre necesariamente por ver señales en el cielo.

Imaginemos estar ahí en esa escena donde los religiosos eran las personas más exigentes con el Señor y que sin duda eran quienes menos les interesaba la vida espiritual. Aquí vemos a los fariseos y saduceos llegar a él para probarle, para discutir, y sus petición estaba orientado a cumplir ese ese objetivo. Mucha gente hoy creen que pueden competir con Dios y que le pondrán en apuros con preguntas del porqué el Señor no se manifiesta en estos días con señales, por qué no sana a todos los enfermos o por qué no termina con la pobreza, pero de qué serviría cuando no existe interés por conocerle, sería como tener un tío millonario y que solo me interese lo que me puede dar pero no quiero conocerle ni pasar tiempo con él.

La humanidad tiene muchas necesidades y todas tienen una respuesta espiritual pero sin embargo el hombre se dedica a mirar las cosas de otro modo y buscar las respuestas y soluciones donde no existen, sino veamos que las alguno creyó que se acabaría el mundo en 2012, porqué buscar en los mayas si la necesidad personal y el vacío viene si no estamos en paz con Dios. El Señor sabía la necesidad de aquellos que llegaban a tentarle, y les podía decir lo que debía ser importante para sus vidas.

Preguntas que molestan. Quién no se ha sentido triste por alguna pregunta que nos hicieron, no porque no se sepa la respuesta, sino porque trae sufrimiento al alma, por no atrevernos a dar la respuesta que corresponde o se merece. Por esto se dice que el Señor gimió profundamente en su espíritu en Mar_8:12, bien pudo dar la respuesta de una manera directa y dura pero su misericordia deja espacio para que hicieran lo correcto si lograban entender; quizá a nosotros nos cueste dar una buena repuesta y escojamos callar para no dañar.

Les dice que a esta generación no se le dará señal como se les dio a los antiguos, y esto responde a la pregunta que muchos hoy hacen, para quienes piensan que el Señor tiene que hacer marketing para ser el primero y el más popular. No habrá señal porque las que se darán en la tribulación ya serán demasiado tarde para esa generación. Si estamos esperando cosas extraordinarias para convencernos, entonces quizá esperemos toda la vida, la urgencia es otra, porque muchos no cambiaron ni teniendo las más extraordinarias señales.

Reacción a las señales. El Señor les lleva de las señales milagrosas a las cosas cotidianas que vemos en el cielo, debemos intentar ver lo cotidiano y cómo reaccionamos inconscientemente. Les habla de una forma que ellos entendían para hacerles reflexionar en el ámbito espiritual, diciéndoles que si sabemos que va a llover, o cuando sabemos que tendremos buen día esto nos hace actuar de acuerdo a esa interpretación, ¿por qué? pues porque no podemos cambiar el tiempo sino adaptarnos. Esto no es más que interpretación de las cosas que suceden en el ambiente. El entorno nos dice de las señales que están pasando y nosotros reaccionamos a ellas, es decir las tomamos.

A corto plazo y a mediano plazo hay que hacer algo, si somos buenos meteorólogos (y casi todos lo somos), hoy hay más facilidades para ver las cosas. Existen satélites, internet, estudios, etc., pero con solo ver el cielo sabemos que si hay muchas nubes tenemos que prepararnos para esa situación sacando el paraguas, pero también a mediano plazo nos preparamos para otras actividades como por ejemplo la siembra.

De igual manera debería ser en lo espiritual, pues si nos fijamos lo que está pasando alrededor, miraríamos la indiferencia a Dios de las personas, que hay poco o ningún temor en la forma de vivir, y que por el contrario sí hay mucha preocupación por lo externo, y parece que no se está viendo las grandes nubes oscuras que están llenando el cielo, la tormenta está cayendo y viene peor.

Miren a Jonás porque no los convenceré. La mejor señal es alcanzar a ver lo que pasa en nosotros a través de lo que vemos alrededor, y esta es la señal a la que trataba de llevar a aquellos que querían una señal milagrosa. Esta es una realidad pues si alguien espera señales de parte de Dios, nunca actuará ni buscará del Señor. Debería ser suficiente lo que alcanzamos a ver del tiempo que vivimos, donde la gente quiere muestras de todo y pocos cristianos se mueven en fe.

En Luc_11:29-32 Jonás salió con marcas de aquel gran pez, así como el Señor tuvo marcas en sus manos y en sus pies, esa es la señal, algunos de nosotros deberíamos de servir mostrando nuestras marcas por la desobediencia a Dios. Esta señal es para aquellos que no hay otra forma de hacerles reaccionar, y si con esto no hay reacción no hay más nada que hacer. Los ninivitas vieron a Jonás y aunque su mensaje solo era: de aquí a cuarenta días Nínive será destruida, creyeron, pues de seguro sabían que esa destrucción no era por gusto sino por la rapiña de sus manos (Jonás 3:8), y esa era una señal cercana que debieron interpretar y creer.

La fe en el Señor tiene que ser suficiente más cuando hay marcas de lo que sucede al estar enterrado en un gran pez, así fue con Jonás que con una sola frase como dice en Jonás 3:1-10, en el verso 5 dice que creyeron a Dios, y aunque no era una fe religiosa o sentimental, por el reconocimiento de lo que venía pudieron creer al anuncio e interpretar adecuadamente lo que estaban viviendo y Dios detuvo la destrucción para ellos.

La generación mala y adúltera. Cuando no se está viviendo cerca de Dios es quizá cuando estemos confundidos esperando señales en el cielo; cuando el Señor hizo señales del cielo fue para cosas grandes, Moisés pidió maná y caía del cielo (alimentó al pueblo pero cuántos estaban aburridos de ella), así también vemos a un sol detenerse en Josué 10:12 para vencer a los amorreos, o a Elías hacer descender fuego del cielo para quemar la ofrenda, todas fueron necesaria y de bendición pero también trajo juicio a los desobedientes.

Cuando se vive en maldad o sin respetar o considerar a Dios en nuestras vidas, solo queda una sola señal que sirve: la señal de Jonás, es decir creer a Dios por lo que otros han vivido y las consecuencias que se han sufrido, pero también la bendición que ha llegado a las vidas después del arrepentimiento de la vana manera de vivir.

El Señor está diciéndoles que la prioridad debe ser la relación con él, porque aun al cristiano piadoso le puede costar entender esto, así como a Jonás que fue enviado con un mensaje simple, sin hacer ningún milagro para que creyeran, sin carta de presentación, pero lo que el Señor hizo a través de él fue grande y posiblemente raros ministros tienen el éxito en personas que conocen al Señor en el primer día de predicación. Cuánto cristiano marcado por la vida de desobediencia y posterior arrepentimiento podríamos estar con este mensaje que será eficaz para aquel que de verdad quiere conocer al Señor.

Por esto el Señor no tenía necesidad de convencer a aquellos que llegaban a tentarle, porque lo que consiguieron fue causarle tristeza en su corazón pues sabía de los problemas que tenían en su corazón y lo externo debería ser lo de menos y si miramos el entorno nos debería hacer ver hacia adentro y ver la necesidad de acercarnos en arrepentimiento, y así toda alma tendrá bendición y paz.