Texto: Ezequiel 24:15-27
15 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 16 Hijo de hombre, he aquí que yo
te quito de golpe el deleite de tus ojos; no endeches, ni llores, ni corran tus
lágrimas. 17 Reprime el suspirar, no hagas luto de mortuorios; ata tu turbante
sobre ti, y pon tus zapatos en tus pies, y no te cubras con rebozo, ni comas
pan de enlutados. 18 Hablé al pueblo por la mañana, y a la tarde murió mi mujer; y a la
mañana hice como me fue mandado.
19 Y me dijo el pueblo: ¿No nos enseñarás qué significan para
nosotros estas cosas que haces? 20 Y yo les dije: La palabra de Jehová vino a mí, diciendo: 21 Dí a
la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo profano mi santuario, la gloria de vuestro
poderío, el deseo de vuestros ojos y el deleite de vuestra alma; y
vuestros hijos y vuestras hijas que dejasteis caerán a espada.
22 Y haréis de la manera que yo hice; no os cubriréis con rebozo, ni
comeréis pan de hombres en luto. 23 Vuestros turbantes estarán sobre vuestras cabezas, y vuestros
zapatos en vuestros pies; no endecharéis ni lloraréis, sino que os consumiréis a causa de vuestras maldades, y
gemiréis unos con otros. 24 Ezequiel, pues, os será por señal; según todas las cosas que él
hizo, haréis; cuando esto ocurra, entonces sabréis que yo soy Jehová el Señor.
25 Y tú, hijo de hombre, el día que
yo arrebate a ellos su fortaleza, el gozo de su gloria, el deleite de sus ojos
y el anhelo de sus almas, y también sus hijos y sus hijas, 26 ese
día vendrá a ti uno que haya escapado para traer las noticias. 27 En
aquel día se abrirá tu boca para hablar con el fugitivo, y hablarás, y no
estarás más mudo; y les serás por señal, y sabrán que yo soy Jehová.
Existen situaciones
que miramos como muy desagradables, no buenas o hasta trágicas en las vidas de
las personas, como en esta porción la muerte de la esposa del profeta, y en
este tipo de eventos no nos imaginamos que exista la posibilidad de alcanzar a
salir fortalecidos por ser la oportunidad de expresarse y en el dolor podamos
quitar el peso de culpa y recibir consuelo de Dios y esto al mediano plazo ayudar
a una mejor manera de vivir.
Todo ser humano
debe tener la oportunidad de descargar todo lo que le agobia, y así como en lo
material que nos deshacemos de la basura no necesariamente que no tenga valor),
cuando esto no ocurre puede llegar a existir acumulación de cargas y en un
momento se vuelva obligatorio hacerlo para que así podamos alcanzar toda la
bendición de Dios.
El problema casi
siempre del ser humano que aunque tenga el conocimiento de Dios, nos cuesta
descargarnos y librarnos de la culpa de nuestras acciones equivocadas o pecados
delante de Dios. Casi siempre no estamos reconociendo nuestras faltas o estamos
tratando de dejar para después, es por esta razón que el Señor tiene que dar a
Judá una señal (aunque se volvió tardía), para dejar en evidencia y darnos
enseñanza hoy de ese descuido en sus vidas.
EZEQUIEL: LA PÉRDIDA DE SU DELEITE DE GOLPE
Las pérdidas sin
aviso sin duda son las peores que se pueden dar, puesto que no se espera y por
lo tanto no se está preparado para soportarlas, y aunque ese no es el plan de
Dios para nosotros puede existir la necesidad obligatoria que sea de esta
manera. Lo que espera el Señor es que podamos ir limpiando y botando nuestras
cargas.
El profeta
Ezequiel tuvo que servir de ejemplo a este pueblo del alejamiento de Dios, de
la indiferencia, y de la falta de perdón, que es el único que libera de toda
culpa al hombre y le permite vivir de una manera feliz en la tierra.
Fue dura la experiencia
del profeta para enseñarle a todo un pueblo y a nosotros, lo que sucede cuando
perdemos el derecho de llorar y hacer duelo por las pérdidas. Le fue quitado su
deleite de golpe, en un abrir y cerrar de ojos de la mañana a la tarde había
muerto. Ezequiel le amaba y la estaba perdiendo sin más ni más, sin preguntar
por qué. La pérdida del deleite de sus ojos lo pudo soportar porque su deleite
superior era el Señor, no de palabra sino de manera real, sin embargo su amor
por su mujer era grande y no expresar su sufrimiento era algo duro.
UN EFECTO SEVERO PARA UN JUSTO
Se le dio mandato
de no lamentarse, ni llorar ni que corriera lágrimas, todo esto es una
manifestación del dolor y que se vuelve un escape, algo que le hubiera
permitido ser consulado y liberado por Dios, porque solo él puede hacerlo de
manera efectiva para quien lo permite.
Se le dice que
gima en silencio como si estuviera muerto, esto es realmente un gran desafío
pues no posible hacerlo, pero en la realidad el pueblo lo había logrado pues
tantas desgracias en su vida espiritual por las que tenían que gemir y no lo
hacían; había sufrimiento pero no lo expresaban, porque a veces las personas se
hacen fuertes donde deberíamos ser débiles y viceversa. La indiferencia en los
eventos graves de las familias y no se evalúan como trágicas, sin embargo la
pérdida material tiene un impacto grave en el mundo moderno.
Ezequiel tenía que
vestirse como siempre, sin demostrar luto, sin cubrirse el bigote, sin quitarse
los zapatos, sin comer lo que se reparte en el duelo. La frialdad ante algo que
no se podía quedar indiferente, esto es justamente lo que pasa hoy día, existe
frialdad a las pérdidas importantes, que se tenía que hacer reaccionar y no lo
hicieron, pues habían dejado a Dios y entonces no hay forma de reaccionar
normal como cristiano aunque se tenga el rótulo religioso el cual no sirve de
nada.
PARA EL PUEBLO ¿QUÉ SIGNIFICABA ESE PROCEDER DEL
PROFETA?
Esta era la
pregunta de la gente pues al ver la indiferencia del profeta no podían decir
que no amaba suficiente a su mujer o que estaba esperando su muerte. Entonces
les respondió que lo que significaba era que perderían las cosas mejores que
tenían y que por supuesto no se daban cuenta que las tenían por el Señor.
Mientras no sean tocados esos deleites parece que todo está bien aunque no sea
así, pero el Señor quería que supieran que no había escapatoria, no existía
preferencias pues aprenderían a que supieran que él es el Señor y Dios de todos
los demás deleites.
En Ez 24:21 y en Ez 24:25
nos habla de lo que el Señor haría con ellos o visto de otro modo esto es lo
que nosotros tenemos y no deberíamos perder (si no sustituye al Señor como
deleite); si esto no se valora así podemos llegar a perderlo y la culpa vendrá
a nuestras vidas, y en este caso que nos dieron oportunidad de llorar y
expresarse sería un verdadero sufrimiento.
En primer lugar el
santuario sería profanado, lo cual más que el efecto ritual es la no
manifestación de Dios en ese lugar, el templo era un lugar donde se puede estar
y no necesariamente estar con Dios. De igual manera su fortaleza (sus muros),
que hacía que estuvieran confiados, por la ventaja que ofrecía; asimismo el
gozo de su gloria, lo que estaba diciendo es que no verían la manifestación de
Dios en ese lugar (no digamos la manifestación en sus vidas).
El deseo de sus
ojos también serían quitados que habla de todo lo que tenían y les ofrecía
placer, algunos no podrían ver esto hasta perder a sus seres queridos. Y también
le dice que perderían el anhelo de su alma, y esto es no tener esperanza en
esta vida, y ¿cómo seguir adelante en la vida con tanta pérdida sin ninguna
esperanza?
Esperar el último
momento agravaba la situación pues al llegar a estas pérdidas no se podrá tener
salida del pecado y la maldad. El Señor sabía que en medio de la dificultad y
del movimiento en la cautividad no se les permitiría llorar y hacer luto, sino
que gemirían o se quejarían unos a otros. La culpa consume cuando no se escapa
como llanto y luto de arrepentimiento a Dios, esto les haría sufrir mucho más
en esa condición.
Con esto podemos
decir que debemos pedirle al Señor que sea nuestro verdadero deleite para que
toda pérdida sea superable (si el Señor lo crea necesario), y para que toda
petición y bendición cumplida no nos aparte del Señor.