Texto: Gén_24:1-61
Gén 24:1 Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en
años; y Jehová había bendecido a Abraham en todo. 2 Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el
que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi
muslo, 3
y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que
no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo
habito; 4
sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo
Isaac. 5
El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra.
¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste?
6 Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo
allá. 7
Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la
tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré
esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para
mi hijo. 8
Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi
juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo. 9 Entonces el criado puso su mano debajo del
muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este negocio.
10 Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue,
tomando toda clase de regalos escogidos de su señor; y puesto en camino, llegó
a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.
Cuando miramos a un siervo del Señor, criado o doméstico,
que ya hacía las cosas dentro de la casa, era viejo y el más alto en funciones,
tuvo su prueba de fuego al ponerle su señor una gran responsabilidad, la más importante
que nosotros podamos imaginarnos. Algunos podemos pasar toda la vida como
insignificantes hasta que toca hacer algo importante para su Señor.
Quizá no imaginemos que llegará el momento de obrar
directamente por la misión, y sin duda no se podrá tener dicha responsabilidad
sino hemos hecho las cosas que parecen insignificantes en el servicio, pero que
al final nos sirve para ir dando la talla para que nos pongan en tal negocio.
Abraham figura del Padre envía a su criado a una gran misión.
Qué pena es estar muchos años y hacerse viejo y nunca
graduarse, es como estar en el ejército treinta años y terminar como recluta,
esto no es posible, tenemos que llegar a este momento. El doméstico tenía que
pasar a una misión fuera de casa y lejos, teniendo que regresar con frutos, con
la misión cumplida. Cuando se está dentro de casa como criado se está más
controlado por el amo, pero llegará el momento de salir sin supervisión, sin
regaños, sin que nos digan lo que tenemos que hacer paso a paso.
EL MÁS VIEJO DE SU CASA.
¿Cómo nos consideramos nosotros como siervos? esta es una
pregunta importante, pues algunos en cuanto a tiempo podemos ser mayores que
este criado. De alguna manera esta enseñanza es para los más viejos como
siervos, pero también para los más nuevos para que puedan saber a dónde se debe
llegar.
Eliezer era el mayordomo de su casa Gen_15:2, pero más
todavía de ser viejo era quien gobernaba todo lo que tenía, esto desde quizás
un par de décadas atrás, lo que puede interpretarse que era un siervo de
confianza puesto que siendo criado tenía acceso tanto a lo doméstico así posiblemente
en los negocios.
Teniendo tanto tiempo y como criado podemos darnos cuenta
que no tenía espacio de menguar en su servicio por cuanto no sería eximido de
su obligación, así somos los servidores de Dios que no podemos echarnos para
atrás. Algunos piensan que pueden desactivarse, renunciar o pedir que le eximan
de responsabilidad. Pero también el líder puede pedirle a un siervo que no haga
su servicio para tomarse un tiempo de reflexión y rectificar su servicio, esto es
un primer paso para corregir, y en caso extremo pedir que no se continúe en el
servicio, esto para tratar de evitar que la persona renuncie no solo al
servicio sino también a la iglesia y hasta renunciar al Señor.
¿QUIÉN ACEPTA JURAMENTO?
Cuando el Señor quiere enviar en una misión clave lo hace
con juramento, y esto nos debe hacer pensar a nosotros lo que haríamos en ese
misma situación, es decir si lo aceptaríamos o lo rechazaríamos; si el Señor
nos dijera hagamos un juramento, ¿estaríamos dispuestos a hacerlo? La pregunta
es si le pidieron el juramento porque Abraham no valoraba el tiempo de
conocerlo y de la función que ejercía como mayordomo, o porque la misión tenía
que cumplirla. Abraham confiaba en él, entonces el juramento no era por porque
lo consideraba incapaz, sino para que no se despegara de la misión.
Todos debemos mirar la necesidad de juramento para no
apartarse de lo que el Señor quiere, esto pareciera que nos sugiere que puede
haber un tiempo donde no hay juramento, y la labor era importante en cuanto a
acciones, pero llegó el momento de poner otras habilidades a prueba y de salir
a hacer la labor, pues siendo criado, o doméstico, llegaba el tiempo de ser
enviado, de hacer obra externa.
Solo el siervo maduro o anciano (igual a un gobernante), puede
aceptar juramento y ser enviado, y con esto podemos observar aspectos claves
para el éxito en la misión, tales como:
1. ENTENDIMIENTO DE LA MISIÓN. Gen_24:3-6 Cuando no
somos maduros, no nos dejamos poner misión, esto es clave en el servicio pues
nuestra misión no es dejar limpio en la iglesia, o el poner orden, o dar la
bienvenida, o hacer las tareas, sino en aquello que como ministerio queremos
hacer (misión ministerial), por lo tanto el pensamiento de Eliezer estaba en no
dejar que tomara mujer de los cananeos, ni lo dejaría que el hijo de su amo
regresara a la tierra de donde había salido.
2. EL SIERVO PIDE AL SEÑOR AUNQUE TENGA INCENTIVOS.
Gen_24:12-14 Abraham le da muchos regalos para motivar a la futura novia y su
familia, diez camellos le dieron con regalos escogidos. A pesar de esto no se
confió con los recursos, así nosotros podemos tener dones y recursos pero no es
suficiente, y todo siervo responsable va más allá de lo que mira con sus ojos,
pide al Señor señal.
3. CON UN CARÁCTER SOBRIO. Gen_24:21 Cuando las
cosas van bien pero todavía no se completa la misión somos tentados a creer que
ya llegamos, que ya alcanzamos la victoria. No nos maravillemos y esto afecte
nuestra claridad espiritual, sino que podamos guardar, cuidar, proteger lo que
el Señor hace y no echarlo a perder.
4. SE GENERA CONFIANZA PARA TENER SEGUIDORES. Gen_24:34-40
Sin duda que el siervo maduro debe generar en otros la confianza para seguirlo,
y esto requiere esfuerzo, acciones intencionales, un comportamiento apropiado
con palabras que generaron confianza. Con solo decir soy criado de Abraham era
para dar confianza, pues no ocultó nada, no se jactó de nada, sino que pudo
decir quién era, alguien auténtico, esto habla que no es necesario mentir en la
misión.
5. NO SE QUISO QUITAR EL COMPROMISO POR AMOR A SU AMO. Gen_24:41-52 No era un siervo negligente,
porque no hizo la labor solo para salir del compromiso, sino que quería que
saliera bien, y al contar el milagro que había sucedido como respuesta de Dios,
no le quedó otra a Betuel y su hijo Labán decirle que tomara a Rebeca. Dio
gracias al Señor por completar la misión aunque no le dejaría a él una ganancia
material, pero era suficiente hacer feliz a Abraham.
Ser un criado viejo y si hemos alcanzado la madurez
suficiente nos llevará a tener capacidad para que nos den misión, pero también
nos dará la oportunidad de demostrar los cambios en nuestro interior que no
hemos visto manifestarse nunca; pero si todavía no hemos llegado al punto de
ser enviados no debemos darnos por vencido sino luchar para alcanzar madurez,
pues son las tareas pequeñas bien hechas las que nos van dando el peso de
madurez necesario.