martes, 14 de mayo de 2013

UN CRIADO CON MISIÓN


Texto: Gén_24:1-61
Gén 24:1  Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en años; y Jehová había bendecido a Abraham en todo. 2  Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo, 3  y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; 4  sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac. 5  El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste?
6  Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá. 7  Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo. 8  Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo. 9  Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este negocio.
10  Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue, tomando toda clase de regalos escogidos de su señor; y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.

Cuando miramos a un siervo del Señor, criado o doméstico, que ya hacía las cosas dentro de la casa, era viejo y el más alto en funciones, tuvo su prueba de fuego al ponerle su señor una gran responsabilidad, la más importante que nosotros podamos imaginarnos. Algunos podemos pasar toda la vida como insignificantes hasta que toca hacer algo importante para su Señor.

Quizá no imaginemos que llegará el momento de obrar directamente por la misión, y sin duda no se podrá tener dicha responsabilidad sino hemos hecho las cosas que parecen insignificantes en el servicio, pero que al final nos sirve para ir dando la talla para que nos pongan en tal negocio. Abraham figura del Padre envía a su criado a una gran misión.

Qué pena es estar muchos años y hacerse viejo y nunca graduarse, es como estar en el ejército treinta años y terminar como recluta, esto no es posible, tenemos que llegar a este momento. El doméstico tenía que pasar a una misión fuera de casa y lejos, teniendo que regresar con frutos, con la misión cumplida. Cuando se está dentro de casa como criado se está más controlado por el amo, pero llegará el momento de salir sin supervisión, sin regaños, sin que nos digan lo que tenemos que hacer paso a paso.

EL MÁS VIEJO DE SU CASA.
¿Cómo nos consideramos nosotros como siervos? esta es una pregunta importante, pues algunos en cuanto a tiempo podemos ser mayores que este criado. De alguna manera esta enseñanza es para los más viejos como siervos, pero también para los más nuevos para que puedan saber a dónde se debe llegar.

Eliezer era el mayordomo de su casa Gen_15:2, pero más todavía de ser viejo era quien gobernaba todo lo que tenía, esto desde quizás un par de décadas atrás, lo que puede interpretarse que era un siervo de confianza puesto que siendo criado tenía acceso tanto a lo doméstico así posiblemente en los negocios.

Teniendo tanto tiempo y como criado podemos darnos cuenta que no tenía espacio de menguar en su servicio por cuanto no sería eximido de su obligación, así somos los servidores de Dios que no podemos echarnos para atrás. Algunos piensan que pueden desactivarse, renunciar o pedir que le eximan de responsabilidad. Pero también el líder puede pedirle a un siervo que no haga su servicio para tomarse un tiempo de reflexión y rectificar su servicio, esto es un primer paso para corregir, y en caso extremo pedir que no se continúe en el servicio, esto para tratar de evitar que la persona renuncie no solo al servicio sino también a la iglesia y hasta renunciar al Señor.

¿QUIÉN ACEPTA JURAMENTO?
Cuando el Señor quiere enviar en una misión clave lo hace con juramento, y esto nos debe hacer pensar a nosotros lo que haríamos en ese misma situación, es decir si lo aceptaríamos o lo rechazaríamos; si el Señor nos dijera hagamos un juramento, ¿estaríamos dispuestos a hacerlo? La pregunta es si le pidieron el juramento porque Abraham no valoraba el tiempo de conocerlo y de la función que ejercía como mayordomo, o porque la misión tenía que cumplirla. Abraham confiaba en él, entonces el juramento no era por porque lo consideraba incapaz, sino para que no se despegara de la misión.

Todos debemos mirar la necesidad de juramento para no apartarse de lo que el Señor quiere, esto pareciera que nos sugiere que puede haber un tiempo donde no hay juramento, y la labor era importante en cuanto a acciones, pero llegó el momento de poner otras habilidades a prueba y de salir a hacer la labor, pues siendo criado, o doméstico, llegaba el tiempo de ser enviado, de hacer obra externa.

Solo el siervo maduro o anciano (igual a un gobernante), puede aceptar juramento y ser enviado, y con esto podemos observar aspectos claves para el éxito en la misión, tales como:

1. ENTENDIMIENTO DE LA MISIÓN. Gen_24:3-6 Cuando no somos maduros, no nos dejamos poner misión, esto es clave en el servicio pues nuestra misión no es dejar limpio en la iglesia, o el poner orden, o dar la bienvenida, o hacer las tareas, sino en aquello que como ministerio queremos hacer (misión ministerial), por lo tanto el pensamiento de Eliezer estaba en no dejar que tomara mujer de los cananeos, ni lo dejaría que el hijo de su amo regresara a la tierra de donde había salido.
2. EL SIERVO PIDE AL SEÑOR AUNQUE TENGA INCENTIVOS. Gen_24:12-14 Abraham le da muchos regalos para motivar a la futura novia y su familia, diez camellos le dieron con regalos escogidos. A pesar de esto no se confió con los recursos, así nosotros podemos tener dones y recursos pero no es suficiente, y todo siervo responsable va más allá de lo que mira con sus ojos, pide al Señor señal.
3. CON UN CARÁCTER SOBRIO. Gen_24:21 Cuando las cosas van bien pero todavía no se completa la misión somos tentados a creer que ya llegamos, que ya alcanzamos la victoria. No nos maravillemos y esto afecte nuestra claridad espiritual, sino que podamos guardar, cuidar, proteger lo que el Señor hace y no echarlo a perder.
4. SE GENERA CONFIANZA PARA TENER SEGUIDORES. Gen_24:34-40 Sin duda que el siervo maduro debe generar en otros la confianza para seguirlo, y esto requiere esfuerzo, acciones intencionales, un comportamiento apropiado con palabras que generaron confianza. Con solo decir soy criado de Abraham era para dar confianza, pues no ocultó nada, no se jactó de nada, sino que pudo decir quién era, alguien auténtico, esto habla que no es necesario mentir en la misión.
5. NO SE QUISO QUITAR EL COMPROMISO POR AMOR A SU AMO.  Gen_24:41-52 No era un siervo negligente, porque no hizo la labor solo para salir del compromiso, sino que quería que saliera bien, y al contar el milagro que había sucedido como respuesta de Dios, no le quedó otra a Betuel y su hijo Labán decirle que tomara a Rebeca. Dio gracias al Señor por completar la misión aunque no le dejaría a él una ganancia material, pero era suficiente hacer feliz a Abraham.

Ser un criado viejo y si hemos alcanzado la madurez suficiente nos llevará a tener capacidad para que nos den misión, pero también nos dará la oportunidad de demostrar los cambios en nuestro interior que no hemos visto manifestarse nunca; pero si todavía no hemos llegado al punto de ser enviados no debemos darnos por vencido sino luchar para alcanzar madurez, pues son las tareas pequeñas bien hechas las que nos van dando el peso de madurez necesario.