viernes, 28 de diciembre de 2012

Su buena voluntad




Textos:


Luc 2:13  Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: Luc 2:14  ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! Luc 2:15  Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.

Rom 12:1  Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Rom 12:2  No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Sal 69:13  Pero yo a ti oraba, oh Jehová, al tiempo de tu buena voluntad; Oh Dios, por la abundancia de tu misericordia, Por la verdad de tu salvación, escúchame.

Flp 2:12  Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, Flp 2:13  porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.



Cuando el hombre se siente con problemas que no puede resolver tenemos la tendencia a buscar fuera de él, porque la otra alternativa es que si se busca al Señor se tiene la tendencia a pensar en cómo está la relación con Dios, porque nadie se puede acercar como aquel que ha estado alejado y dice: aquí vengo me he alejado varios años y dejé mis responsabilidades, pero sigamos donde estábamos. ¿Existirá buena voluntad para seguir?

El hijo pródigo regresa a su padre pensando encontrarse a un padre sin misericordia, por eso llevaba en mente no tener más los derechos de hijo, sino de jornalero, de alguien que es visto como ajeno y no pariente. Aun para esto era necesario que su padre fuera propicio, que tuviera buena voluntad para con él.

El Señor es propicio al hombre cuando es favorable e inclinado a hacer el bien. Muestra su buena voluntad al hombre desde siempre, pues ha actuado para beneficio nuestro. Nuestro Señor Jesús es el mejor regalo para que el hombre encuentre esa buena voluntad Luc_2:13-14, es decir que fue dado por la buena voluntad de Dios hacia el hombre, eso era lo que decían los ángeles.

Comprobar cuál es su buena voluntad. En Rom_12:2 hablando el apóstol Pablo de los deberes cristianos nos motiva a no conformarnos a este siglo, o al mundo actual en el que vivimos y a sus propuestas de modelos que impulsa, porque antes debemos dejar transformarnos por la acción de la palabra de Dios y del poder del Espíritu Santo en nuestras vidas y para esto tiene que pasar por nuestro entendimiento o intelecto.

La diferencia en el avance espiritual está en la renovación de nuestro entendimiento, pues no somos robots espirituales, sino que nuestra alma tiene que estar de acuerdo con lo que Dios quiere hacer en nuestras vidas, es por eso que tiene que pasar por nuestro intelecto pues ahí comienzan los cambios que se volverán palpables en el hombre.

En el modernismo y demandas que ocupan nuestros horarios diarios, tenemos que hacer el esfuerzo de comprobar o un simple distinguir en nuestros intelectos las cosas correctas o buena voluntad de Dios, pues éste nos puede engañar y hacernos pensar que las cosas buenas son complejas e inalcanzables, y nuestra mente tiende a confundirse. Por esto comprobar es aprender a distinguir la obra de Dios en nuestras vidas.

La buena voluntad de Dios puede ser distinguida y aceptada por nuestra alma al creer que es la mejor, la buena, la agradable, la completa y la que nos hará madurar y avanzar por donde nos conviene según el plan de Dios, y no por donde nosotros queremos.

La buena voluntad puede ser considerada también como lo describe David como un tiempo en el que el Señor nos responde cuando se está en angustia, ese tiempo depende de un agrado que el hombre considera que el Señor hacia él, y que tiene que existir para que le ayude; esto no es más que estar dispuesto a esperar Sal_69:13. Vivir en el tiempo del Señor y no en nuestros deseos o como respuestas a nuestras necesidades es parte de la renovación de nuestro entendimiento.

David pedía, ruega en oración su accionar en su angustia pero sabía que no era una exigencia, ni la oración era una fórmula mágica, o como el frotar la lámpara para que me respondan inmediatamente, sino que está del otro lado el Señor y su respuesta dependerá de su deseo, de su voluntad.

Su buena voluntad es el que hace cambios en el hombre. Flp_2:13 Cuántas cosas no cambian en nuestra vida a pesar de que sabemos que no son correctas, que no deberían estar en nosotros a la madurez espiritual que creemos tener, pero la verdad es que siguen en nosotros, y lo peor es que no sabemos cómo hacer los cambios, aunque sabemos que es parte de su buena voluntad para con nosotros. El apóstol habla de ocuparnos en nuestra salvación como un quehacer diario con mucho respeto, con mucho cuidado por lo que está en juego, y si le pedimos al Señor en esto podemos distinguir su buena voluntad.

El Señor es el que activa, el que produce, el que operar, quien puede hacer que seamos eficientes. Dos beneficios grandes:

El primero es el querer o es decir que nuestra voluntad sea igual a la voluntad de Dios; esta es la mejor coincidencia que el hombre puede tener, desear lo mismo que el Señor desea. Todos sabemos que esto solo no llega al punto de resolver nuestras vidas, pues el convencimiento o el querer no hacen los cambios, pues esto no consolida nuestras vidas espirituales. Este es un problema pues como cristianos podemos estar muy convencidos de muchas cosas en nuestras vidas, pero nos si nos conformamos nos quedaremos hasta ahí, sin frutos.

El segundo viene cuando el Señor nos ha ayudado con el querer, entonces viene la activación para que venga el hacer, pues es importante llegar a alcanzar la acción para que se cierre el círculo de bendición, y desde ahí se puede decir que podemos volver a repetirlo pues ya tenemos la buena experiencia.

Hay buena voluntad para con los hombres así como tiene el Señor gloria en los cielos, esta buena voluntad nos ayudará para que tengamos unión entre los hombres que la aceptamos.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Estancado por la carne


1Co 2:9  Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
1Co 2:10  Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
1Co 2:11  Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
1Co 2:12  Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 1Co 2:13  lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
1Co 2:14  Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
1Co 2:15  En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
1Co 2:16  Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
1Co 3:1  De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
1Co 3:2  Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía,
1Co 3:3  porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?

Los cristianos debemos estar claros que el crecimiento viene a través del Espíritu de Dios y no por la sabiduría humana, y esto es porque puede hacer una labor de investigación para nosotros a lo más profundo del corazón de Dios y nos trae de acuerdo a las necesidades que tenemos aún  cosas que ojo no ha visto ni oído oyó, ni nadie se las ha imaginado, porque el propósito de Dios es que tengamos la mente de Cristo y no la del mundo.

Los beneficios son palpables para el hijo de Dios que va creciendo en madurez pues alcanza no solo sabiduría sino también cosecha muchos frutos en su caminar, esa plenitud es patente cuando va saliendo lo carnal de nosotros. ¿Cómo puede saberse si tenemos éxito en este camino? Cuando lo carnal va quedando atrás y nos vamos transformando en personas espirituales en nuestro caminar; esto trae muchas posibilidades de parte de Dios, desde la forma en que se manifiesta con nosotros.

El crecimiento va desde hombres naturales que cuando conocemos a Cristo nos convertimos en espirituales pero ese es un proceso de despojamiento de lo carnal que hay en nosotros, para que el dominio sea espiritual. Este proceso de crecimiento es también dado en la naturaleza, y por ejemplo quedarse sin crecimiento al estilo bonsái en una planta se ve bonita, se aprecia y nos puede gustar, pero esta realidad al hombre que conoce al Señor Jesús como salvador y no crece y se queda pequeño (carnal), no es agradable a nadie, y al contrario se vuelve un mal ejemplo a los demás.

¿Cómo nos hablan? La forma en que nos hablan dice algo de cómo la otra parte nos está mirando de acuerdo a su juicio; cuando a un joven se le habla como a niño se puede llegar a ofender y pedir que le hablen de acuerdo a la edad que tiene; cuando a un profesional con experiencia le dan instrucciones demasiado elementales, lo normal es que dirá que eso lo ya lo conoce, y de esto podemos apreciar cómo les habla el apóstol Pablo a los de Corintio.

Cuándo nos hablan a una edad que no nos corresponde está pasando algo que no es conveniente; aunque en la iglesia se tiene que hablar pensando en todas las personas que asisten, algunos comenzando y otros con mayor madurez, esta es la lógica que quien es niño en la fe porque está comenzando cronológicamente su camino la palabra de Dios en él tendrá un diferente efecto para aquel que se ha quedado estancado y que debería estar con mayor crecimiento, pues de esa palabra dirá: eso ya lo sé y lo meterá en conflicto hasta que no sea convencido y actúe en ella.

Existía la necesidad del apóstol Pablo de hablarles como iglesia madura y tenía que estar seguros que lo que les hablara fuera entendido de la manera correcta, porque de lo contrario en lugar de ser de bendición la palabra podía llegar a ser un estorbo, o peor aún no alcanzar a digerirla y que llegaran a creer que las decía para su destrucción y no mirar la bendición que les quería llevar.

La sorpresa para el apóstol fue que pensaba que podía hablar con libertad los aspectos claves para la iglesia, pero la gente no estaba preparada, no habían crecido o quizá algunos habían retrocedido. Esto es frustrante pues si queremos ayudar a alguien debe entender el punto de ayuda porque de lo contrario no servirá de manera permanente o nunca servirá. En la vida espiritual es doloroso y solo los valientes estarán dispuestos a regresar a tratar de repetir y superar el punto donde hubo estancamiento.

El natural, el carnal y el espiritual. Es importante entonces conocer las diferencias que existen entre el hombre natural y el espiritual y el carnal. Las aspiraciones deben ser las del espiritual, porque es este quien tiene las posibilidades reales para Dios.

El hombre natural está estudiando su potencial genético y en el futuro se verá más la manipulación y adecuación genética para darle ventajas sobre los demás. Este es un pensamiento humano normal que no aparenta nada carnal pero si miramos la finalidad podría estarse tratando de una satisfacción de la carne buscando inmortalidad. El éxito de esta opción termina por efecto de la ambición (carne), discriminando a quien no puede pagar haciendo una brecha aun mayor entre quienes pueden o no. Esta es la opción del hombre natural que busca a través de la ciencia, y aunque no se le quita mérito pues es movido por lo que siente que es mejor, y aunque pudiera haber beneficios externos el hombre natural no alcanza a ver su carnalidad hasta que llega a los pies del Señor Jesús pues comienzan a estorbar.

El hombre natural (sensitivo o sensual), no puede ser espiritual sino carnal pues vive de acuerdo lo que le dice o le pide la carne (aunque parezcan deseos sublimes), por esto aunque existe gente que han ganado respeto por sus obras en algunas áreas, otras áreas de su vida le están pasando factura pues no las puede detener, pues esto solo es capacidad que obra por el Espíritu de Dios. Por esto el apóstol le llama hombre natural quedando implícito lo carnal dentro de esa palabra.

En el cristiano la cosa debe ser diferente pues cuando conocemos a Cristo la obra de su Espíritu Santo es hacernos vivir voluntariamente en el espíritu, para esto hay que derrotar algunas áreas de nuestra vida donde hemos sido vencidos, hasta que podemos con la ayuda del Señor vivir en el espíritu. El hombre natural no percibe las cosas del Espíritu, a su criterio son locura y no las entiende por falta de discernimiento espiritual.

El hombre carnal al que se refiere el apóstol Pablo es aquel que ya conoció al Señor pero no quiere seguir el camino planteado por el Espíritu Santo por el cual nos quiere convertir en un hombre espiritual, sino que por el contrario quiere ser “espiritual” (a su manera), viviendo como siempre, es decir sin cambios en su vida. El renunciar al cambio nos vuelve carnales, porque seremos movidos a hacer lo que la carne nos pide y no podremos poner como prioridad las cosas espirituales.


Aun las enseñanzas jamás podrán ser sustituidas por la sabiduría humana, porque no nos serviría de mucho, pero la sabiduría del Espíritu de Dios permitirá que se acomode en nosotros lo espiritual a lo espiritual, esto se refiere a ir uniendo las cosas espirituales y no carnales con las espirituales porque no se puede. Esto solo lo puede hacer la sabiduría espiritual, por esto puede calzar a nuestra necesidad para nuestro crecimiento y frutos.

La manifestación de carnalidad. La carnalidad que habla a la iglesia de Corintio tiene relación a la que tiene el niño en el sentido que cuando se comienza en sus caminos se sabe que lo carnal persiste, se nos sale, se manifiesta así como un niño hace un berrinche, pero esto no es crítico para el espiritual si está comenzando el camino, caso contrario a quien tiene ya suficiente tiempo como para ser maduro. Ahora bien, ¿qué pensamos si ya tiene alguien tiempo de escuchar la palabra y no se manifiestan cambios? Lo normal es decir que vive conforme a la carne.

Pablo entonces no podía hablarles como a espirituales sino como a niños en Cristo, les dio palabra de leche y no vianda porque el niño no puede digerir un buen filete. Esto tenía que haber sido de impacto porque ¿qué pasaría si nos invitaran a comer y nos ponen en el plato leche en un biberón? Pero ¿cuáles son las manifestaciones en la iglesia que el apóstol veía para el que andaba en la carne?:

Miró que existían celos contiendas y disensiones. Los celos significa calor, lo cual nos incomoda, nos irrita, en esa iglesia de Corintio no podían ver la bendición en los demás había competencia insana, en esta iglesia estaban llenos de envidia por los dones espirituales. No se quedaba a nivel de celos o irritación sino que había pasado a manifestarse en contiendas o peleas y había terminado con grupos separados, es decir en disensiones o desunión, las tres formas de carnalidad están afectando a la iglesia de hoy.

Resistirse a madurar estancándonos en la carne puede llevarnos a situaciones inimaginables aunque existan dones, porque estos no son parámetro de madurez, pues un regalo se lo pueden dar a un niño o a un adulto. Debemos pedirle al Señor estar en el plan de crecimiento y que cuando comience los celos u otra manifestación de la carne podamos detenernos y pedir ayuda al Señor para superarlo.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Y no os disminuyáis


Jer 29:1   Estas son las palabras de la carta que el profeta Jeremías envió de Jerusalén a los ancianos que habían quedado de los que fueron transportados, y a los sacerdotes y profetas y a todo el pueblo que Nabucodonosor llevó cautivo de Jerusalén a Babilonia  Jer 29:2  (después que salió el rey Jeconías, la reina, los del palacio, los príncipes de Judá y de Jerusalén, los artífices y los ingenieros de Jerusalén), Jer 29:3  por mano de Elasa hijo de Safán y de Gemarías hijo de Hilcías, a quienes envió Sedequías rey de Judá a Babilonia, a Nabucodonosor rey de Babilonia. Decía:
Jer 29:4  Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia:
Jer 29:5  Edificad casas, y habitadlas; y plantad huertos, y comed del fruto de ellos. Jer 29:6  Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos, y dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos e hijas; y multiplicaos ahí, y no os disminuyáis.
Jer 29:7  Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz.
Jer 29:8  Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos; ni atendáis a los sueños que soñáis.
Jer 29:9  Porque falsamente os profetizan ellos en mi nombre; no los envié, ha dicho Jehová.
Jer 29:10  Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar.
Jer 29:11  Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Jer 29:12  Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; Jer 29:13  y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Jer 29:14  Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar.

Una de las dificultades más grandes del ser humano es que se ve afectado por las condiciones externas que vive, las situaciones externas van a tratar de hacernos equivocarnos, así fue con los que habían sido llevados en cautividad, pues lo que estaban viviendo los podía paralizar pensando que todo volvería a la normalidad hasta que regresaran a su tierra, esto podía hacerlos llevar a depresión y paralización, pues cuánta gente se paraliza con las situación se, pero, ¿Qué les hubiéramos escrito nosotros a los esos desterrados, y cuáles serían las palabras apropiadas para alguien que no tiene libertad? Esto es algo complejo, pues cuando alguien está enfermo le decimos que tenga paciencia que va a sanar y oramos, pero qué decirle a alguien que está preso y sabemos que ha sido condenado o como se le dice a este pueblo: estarán 70 años cautivos.

¿A quiénes dirigirías esa carta y por qué? Realmente el profeta de Dios Jeremías sabía que tenía que escribirle a todo el pueblo pero para que tuviera efecto la carta tenía que ser dirigida a los que podían influir a los demás. Por esta razón algunas palabras son cabales y completas a los padres o a los que tienen la autoridad en el hogar. La carta se dirigió a los ancianos y a los sacerdotes y a los profetas, con el objetivo que por diferentes frentes: de sabiduría, por el acceso al Señor, y por el aval de aquellos que hablan a su pueblo, se dejara claridad de lo que el Señor haría. Aceptar la palabra era importante, reconocer 70 años en ese lugar invitara a bajar los brazos y pensar inmediatamente no será en mi generación.

Nuestras condiciones actuales. En la vida actual algunas libertades no son o no se disfrutan, pero es necesario superar las situaciones para que podamos obtener felicidad en la vida aunque no sea de plena libertad. Algunos cristianos pueden no estar gozando de libertad externa, pues quizá se tenga presa la libertad económica, o la libertad robada por el pecado, que no deja vivir como el Señor quiere.

¿Cuáles son las situaciones que vivimos que se pueden comparar a estar en cautividad, sin libertad, o cuales cosas nos hacen sentir que hemos perdido la libertad que un día el Señor nos dio? No nos debemos detener por nada debemos vivir y hacer como si no va pasar nada. Esto no es que nos conformarnos con la situación, sino el secreto está en no dejar de hacer las cosas que el Señor quiere que hagamos. Imaginarnos en tiempo de esclavitud en Israel podía estar un esclavo que amara a otra esclava y sabiendo que dentro de un tiempo prudencial quedaría libre por amor une su vida sabiendo que su hijo nacería esclavo. Esto parece falta de consideración, pero algo parecido era lo que le estaba diciendo el profeta no pueden dejar que su situación les robe la vida.

Si nos ponemos a pensar en los cautivos algunos no podían pensar que era lógico ponerse a construir una casa, o plantar un huerto, o creer que podían casarse y tener familia, porque en sus pensamientos solo podían creer esto en condiciones perfectas. Eso era que la vida solo existiría si regresaban a su tierra, pero el Señor quería que siguiera la vida, que edificaran aunque supieran que estaban haciéndolo en tierra ajena, que cultivaran también sabiendo que podían dejar la inversión a medio aprovechar, que luego se casaran y tuvieran hijos e hijos y que se hicieran abuelos y bisabuelos. El ciclo de la vida debe de seguir aunque no tuvieran libertad.

Algunos no aceptamos las cosas a medias, y pensamos en la felicidad al estilo de cuento de hadas, y si las cosas no están completas y en su punto, no las podemos disfrutar; el afán de querer resolver todas las cosas. Los cautivos podían pensar que eso lo debían disfrutar solo si regresaban a su tierra. Hoy algunos padres no pueden disfrutar lo que Dios les da por dejarse quitar esa bendición porque sus hijos se lo quitan pero esa es la batalla que hay que ganar.

Es difícil bendecir aquello que sabemos nos quita la libertad, pero el Señor nos dice que debemos procurar y rogar por la paz de donde vivimos aunque la situación no sea lo mejor en cuanto a libertad, porque eso nos devolverá paz: en su paz tendréis vosotros paz. Esto es lo que debemos hacer aunque parezca contradictorio como a Israel pedir paz donde les tenían cautivos.

Con todo no nos debemos disminuir, nuestros pensamientos no se deben disminuir, nuestros sueños no se deben disminuir. Es una bendición que los padres no les quitemos los sueños a nuestros niños y jóvenes.

Mi plan está diseñado si cumplimos el: "no os disminuyáis". Esta es una realidad que nos cuesta entender, que aunque se esté sin libertades que al final a aquellos y a nosotros también nos ayuda a encarrilarnos, el Señor nos quiere bendecir para que alcancemos paz (plenitud y prosperidad), un futuro, un porvenir.

Nos cuesta entender que aunque no se vea nada en el corto plazo existen planes que se van a cumplir en tu vida, el Señor quiere que veamos más allá, que no nos condicionemos a lo presente, porque la fe sobrepasa toda barrera y principalmente la de la vista. El porvenir y futuro estaba establecido para ellos y aunque lo vieran lejano en tiempo cronológico, pero ese tiempo se acortaría si obedecían.

El plan de Dios o sus pensamientos son de paz, y dice porque yo se, como afirmando que aunque pasen otras cosas el plan está trazado. La paz ofrecida es un estado de prosperidad y plenitud donde la ansiedad no tiene cabida, y también donde el Señor quiere darnos un porvenir, donde se pueda recibir la bendición no importando donde se esté porque sabemos que al final tendremos nuestro lugar para siempre y sabremos que allí recibiremos todas las cosas sin imperfección, sin cautividad.

El cumplimiento llegará por la capacidad de invocar y orar. El Señor pone fin a el tiempo que el pueblo estaría en cautividad y les dice 70 años por lo que no se detengan en hacer lo que les toque hacer, lo que quería el Señor era que supieran que había un tope de tiempo que había establecido.

Al pueblo se le pasó por alto ese tiempo, aunque el plan era que sabiendo el tiempo establecido se pidiera, se clamara, se orara en todo tiempo más por la hacer las cosas bien aunque no llegara todavía el tiempo, por el riesgo de olvidarse del Señor. Cuando el tiempo llegó habló a sus siervos para inquietarlos y que pudieran tener la capacidad de invocar al Señor y orar a él. Lo mismo sucede con nosotros que se nos olvida y nos acomodamos a vivir con los afanes cotidianos. Para inquietarles lo hizo a través de su palabra y algunos los tuvo que entristecer como a Nehemías para que pidieran, para que oraran e invocaran el nombre de su Dios.

La búsqueda debe ser de todo corazón para que la oración tenga impacto en el corazón de Dios, esta es la forma de hallar, entonces vendrá la respuesta de Dios en todo lo que ha planeado para nosotros. Pidamos al Señor que no nos disminuyamos, que no mengüemos, que no se reduzca nuestros sueños, ni nuestra fe, el Señor viene pronto.