viernes, 19 de octubre de 2012

La obediencia probada por las asnas



1Sa 9:3  Y se habían perdido las asnas de Cis, padre de Saúl; por lo que dijo Cis a Saúl su hijo: Toma ahora contigo alguno de los criados, y levántate, y vé a buscar las asnas.
1Sa 9:4  Y él pasó el monte de Efraín, y de allí a la tierra de Salisa, y no las hallaron. Pasaron luego por la tierra de Saalim, y tampoco. Después pasaron por la tierra de Benjamín, y no las encontraron.
1Sa 9:5  Cuando vinieron a la tierra de Zuf, Saúl dijo a su criado que tenía consigo: Ven, volvámonos; porque quizá mi padre, abandonada la preocupación por las asnas, estará acongojado por nosotros.
1Sa 9:6  El le respondió: He aquí ahora hay en esta ciudad un varón de Dios, que es hombre insigne; todo lo que él dice acontece sin falta. Vamos, pues, allá; quizá nos dará algún indicio acerca del objeto por el cual emprendimos nuestro camino.
1Sa 9:7  Respondió Saúl a su criado: Vamos ahora; pero ¿qué llevaremos al varón? Porque el pan de nuestras alforjas se ha acabado, y no tenemos qué ofrecerle al varón de Dios. ¿Qué tenemos?
1Sa 9:8  Entonces volvió el criado a responder a Saúl, diciendo: He aquí se halla en mi mano la cuarta parte de un siclo de plata; esto daré al varón de Dios, para que nos declare nuestro camino.
1Sa 9:9  (Antiguamente en Israel cualquiera que iba a consultar a Dios, decía así: Venid y vamos al vidente; porque al que hoy se llama profeta, entonces se le llamaba vidente.)
1Sa 9:10  Dijo entonces Saúl a su criado: Dices bien; anda, vamos. Y fueron a la ciudad donde estaba el varón de Dios.
1Sa 9:11  Y cuando subían por la cuesta de la ciudad, hallaron unas doncellas que salían por agua, a las cuales dijeron: ¿Está en este lugar el vidente?
1Sa 9:12  Ellas, respondiéndoles, dijeron: Sí; helo allí delante de ti; date prisa, pues, porque hoy ha venido a la ciudad en atención a que el pueblo tiene hoy un sacrificio en el lugar alto.
1Sa 9:13  Cuando entréis en la ciudad, le encontraréis luego, antes que suba al lugar alto a comer; pues el pueblo no comerá hasta que él haya llegado, por cuanto él es el que bendice el sacrificio; después de esto comen los convidados. Subid, pues, ahora, porque ahora le hallaréis.
1Sa 9:14  Ellos entonces subieron a la ciudad; y cuando estuvieron en medio de ella, he aquí Samuel venía hacía ellos para subir al lugar alto.
1Sa 9:15  Y un día antes que Saúl viniese, Jehová había revelado al oído de Samuel, diciendo:
1Sa 9:16  Mañana a esta misma hora yo enviaré a ti un varón de la tierra de Benjamín, al cual ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel, y salvará a mi pueblo de mano de los filisteos; porque yo he mirado a mi pueblo, por cuanto su clamor ha llegado hasta mí.
1Sa 9:17  Y luego que Samuel vio a Saúl, Jehová le dijo: He aquí éste es el varón del cual te hablé; éste gobernará a mi pueblo.
1Sa 9:18  Acercándose, pues, Saúl a Samuel en medio de la puerta, le dijo: Te ruego que me enseñes dónde está la casa del vidente.
1Sa 9:19  Y Samuel respondió a Saúl, diciendo: Yo soy el vidente; sube delante de mí al lugar alto, y come hoy conmigo, y por la mañana te despacharé, y te descubriré todo lo que está en tu corazón.
1Sa 9:20  Y de las asnas que se te perdieron hace ya tres días, pierde cuidado de ellas, porque se han hallado. Mas ¿para quién es todo lo que hay de codiciable en Israel, sino para ti y para toda la casa de tu padre?

Cuando se está en obediencia no se miran inconvenientes, ni tampoco oportunidades a donde nos puede llevar la obediencia. Vivir en obediencia a Dios se reflejaba en la obediencia a su padre, pues Saúl no pone ninguna excusa, no dijo: ya regresarán las asnas porque siempre se van y vuelven, sino que se alista. De igual manera nosotros nos debemos disponer a realizar todas las cosas que nos manda el Señor aunque así parezcan peligrosas, sin trascendencia o sin importancia.

Ir a buscar unas asnas parece no ser un trabajo importante pero Saúl lo hizo y caminó a muchos lugares en compañía de su criado, según la orden que le fue dada, caminaron mucho. Así es en la obediencia no vamos solos siempre llevamos ayuda pues el Espíritu Santo nos acompaña en la labor, púes no era lo mismo viajar solos que en compañía. El criado como figura del Espíritu Santo porque hace la ayuda de servir a lo que el Padre necesita.

Cuando no se ha alcanzado el objetivo a pesar del esfuerzo, del cansancio, del desgaste, entonces se puede llegar a desistir en la empresa, ya que es una opción, más aún cuando el riesgo o la preocupación supera el beneficio, Saúl dijo mi padre debe estar acongojado por nosotros y le debió haber pasado la preocupación por las asnas, al ser superada por la preocupación por ellos. De igual manera nos detenemos a reflexionar cuando nos preocupa si el esfuerzo más la preocupación que podía tener su padre valía la pena continuar, ¿Hasta dónde debe llegar la obediencia?

Las situaciones que se enfrentan en obediencia. La solución para encontrar las asnas tenía una posibilidad: la del vidente que era respetado y muy conocido por los pobladores; esta fue dada por su criado que le sugiere no terminar, no darse por vencido, sino seguir con un plan "B", que para el Señor era el "A". Lo que a veces parece perdido tiene una solución o posibilidad que estaba incluida como parte de la obediencia y del fruto al final que el Señor quería para Saúl, era el Espíritu Santo quien tenía la solución.

Toda obediencia tiene fruto pues cuando parece que no lo hay siempre existe algún aspecto que no hemos considerado pero que está ahí para nosotros, a lo mejor nos desanimamos y nos preocupamos porque parece que ha sido en vano, más aun cuando estamos cansados del camino. Por esto el criado da una opción que es realmente una bendición para Saúl. La falta de resultados no puede llegar a convertirse en el indicador que nos determine si continuar o no, porque cuando el Señor envió es él quien tendrá que dar las instrucciones para volverse, pero en este caso quería que continuaran.

El criado le dice hay un varón de Dios en esta ciudad, y de verdad que la bendición la da el Señor a través de personas que están a su servicio. Ese varón es reconocido y lo que él dice eso pasa sin falta, realmente una bendición es la profecía cuando es genuina. El criado dijo: Quizá nos dará un indicio acerca del objeto por el que salimos y emprendimos este camino; esto lo decía así porque no salían por las asnas, sino porque el Señor los había sacado hacia el siervo de Dios.

Entonces Saúl se preocupó en qué llevarle al siervo, pues no tenían nada qué llevarle, pero el criado dijo tener la cuarta parte de un siclo de plata (1 siclo=11 gramos), con el precio actual de la plata la cuarta parte sería equivalente a alrededor de tres dólares en aquel tiempo tampoco era mucho dinero. Podemos ver que quien supuestamente no debería tener dinero, lo tenía y lo sacrifica para ayudar a Saúl, alguien que no tiene, puede dar y tener para ayudar. Apareció en su mano algo que era importante para el criado pero no tuvo reparo en ofrendarlo, así recibirá ayuda el obediente cuando lo necesite y se vea perdido.

Cuando subían por la cuesta hallaron a unas doncellas que salían por agua, a quienes preguntaron si iban en la dirección correcta para encontrar a Samuel. En su misericordia el Señor les anima a seguir buscándolo, pues las doncellas tenían información confiable. Acaba de llegar dense prisa, este es el ánimo que el Señor quiere que escuchamos nosotros en las oportunidades que tiene para nosotros. A veces por el contrario decimos: voy a esperar a ver qué pasa, pero aquí se necesitaba decisión, las doncellas les dicen ahí está vayan antes que se marche al sacrificio. El obediente debe sentir esa urgencia de apurarse y no estar esperando a ser levantado, sino emprender.

Te responderé todas tus inquietudes. Aquí podemos lo que pasaba en la otra parte que es Samuel, y que antes de recibirles el Señor le habló acerca de la visita que tendría y lo que haría con él. Esto es peculiar en los verdaderos siervos que pueden ser advertidos con anticipación acontecimientos claves que tienen que ponerles atención y saber lo que tienen que hacer.

Al presentarse Saúl le pudo ver y reconocer que era él, porque el Señor le indicó de quien se trataba, mientras tanto Saúl no le reconocía, pues se topó con él y no pudo darse cuenta, y es aquí donde vemos que aunque iba a ser el rey de Israel el Señor no le revela nada acerca de su encuentro con Samuel, normalmente es del que bendice la revelación.

Saúl le dice que es el vidente y que tenía que subir con él al lugar alto, comer con él y hasta la el día siguiente le dejaría regresar, pero que en ese tiempo le descubriría todo lo que había en su corazón. Las respuestas a sus inquietudes serían contestadas, y nosotros si anduviéramos en obediencia sabríamos y entenderíamos las cosas que nos inquietan. Porqué, ¿qué pasaría si en este momento nos dieran respuestas a nuestras dudas e inquietudes? quedaríamos quietos y tranquilos y no estaríamos preocupados ni tendríamos temor en nuestro corazón. Le dieron la oportunidad a Saúl de preguntar todo lo que quisiera, todo el futuro, y tendría paz en su corazón.

No te preocupes hay otro deseo que satisfacer. Para que te concentres en el tiempo que pasaremos juntos y no te distraigas, las asnas por las que salieron y que se perdieron hace tres días ya se han hallado, pierde cuidado, no te preocupes más. Se lo dicen a Saúl como un anexo en la conversación, como algo secundario y no como la razón por que habían llegado allí.

Israel necesita de ti, el Señor necesita de ti, a obedientes y entregados; a Saúl le dice que es requerido porque necesitaba liberar a su pueblo de los filisteos, dice el Señor. Había clamor del pueblo y el Señor respondía, esto hoy cuesta entenderlo, el por qué el Señor escoge a otros para servirnos, y menos los tratos para llevarlos a ese punto de aceptar el reto de liderar.

Algunos cristianos pueden andar abatidos detrás de las burras, y no escuchar la voz del criado, que hasta dinero tenía en su bolsillo para que podamos caminar y que tengamos confianza, aunque el profeta aunque no llevaran nada siempre les recibiría. Solo el cristiano obediente aunque no alcance a ver el destino, o aunque le parezca infructuoso, tendrá oportunidad de ser escogido para ser usado por Dios, el problema puede ser que muchos no queremos seguir las asnas.