domingo, 1 de enero de 2012

Doy gracias a Dios

Sal 118:1 Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia.(A)
Sal 118:2 Diga ahora Israel, Que para siempre es su misericordia.
Sal 118:3 Diga ahora la casa de Aarón, Que para siempre es su misericordia.
Sal 118:4 Digan ahora los que temen a Jehová, Que para siempre es su misericordia.
Sal 118:5 Desde la angustia invoqué a JAH, Y me respondió JAH, poniéndome en lugar espacioso.
Sal 118:6 Jehová está conmigo; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre.(B)
Sal 118:7 Jehová está conmigo entre los que me ayudan; Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
Sal 118:8 Mejor es confiar en Jehová Que confiar en el hombre.
Sal 118:9 Mejor es confiar en Jehová Que confiar en príncipes.
Sal 118:10 Todas las naciones me rodearon; Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré. Sal 118:11 Me rodearon y me asediaron; Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré. Sal 118:12 Me rodearon como abejas; se enardecieron como fuego de espinos; Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.
Sal 118:13 Me empujaste con violencia para que cayese, Pero me ayudó Jehová.
Sal 118:14 Mi fortaleza y mi cántico es JAH, Y él me ha sido por salvación.(C)
Sal 118:15 Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos; La diestra de Jehová hace proezas.
Sal 118:16 La diestra de Jehová es sublime; La diestra de Jehová hace valentías.
Sal 118:17 No moriré, sino que viviré, Y contaré las obras de JAH.

Dar gracias a Dios porque es bueno y su amor eterno para nosotros. Termina un año y es para reflexionar que aunque quizá no se han cumplido algunos de nuestros planes, y que muchos de nuestras promesas quizá no las cumplimos, a pesar de nuestra incompetencia tenemos muchas, pero muchas cosas para darle gracias a Dios.
El alabar a Dios significa en hebreo un celebrar y lanzar, es un dar gracias Dios porque es bueno, lo que quiere decir que todo lo que hace para nosotros es para nuestro beneficio, nada es para dañarnos todo termina mejor al final. Su misericordia para siempre es lo mismo que decir que su amor es para siempre, y que no tiene ningún cambio ni tendrá sombra de variación.
Esto es algo que debemos anunciar hoy, no olvidarnos que para siempre nos amará, porque somos tan difíciles que si no hacemos las cosas bien creemos que no tendremos bendición y se muestra que el año terminó y el Señor nos bendijo a pesar de que no hicimos las cosas perfectas o cómo el Señor lo pidió.
El alabar o dar gracias es recomendado para los niveles: a) para todo el israelita, que estaría hablando de una condición de aquel que es un israelita espiritual y que hereda las promesas, entonces por el solo hecho de ser cristianos y por la gran salvación debemos estar agradecidos y anunciando que su amor es para siempre. b) el segundo grupo que debe anunciares la casa de Aarón, y estos son los que tenemos más compromisos con él, los servimos, los que ministramos el sacerdocio, aquí se puede ver que suman dos condiciones: ser israelita y sacerdote. c) un tercer grupo está formado por los que temen al Señor o le respetan, este es el mayor nivel pues existe un compromiso no solo como sacerdote o ministro, sino de manera personal ante el Señor al vivir piadosamente respetándole y tratando de agradarle. Esto es poner de nuestra parte para corresponderle, y es para que aunque hagamos ese esfuerzo no se nos debe olvidar que su amor es para siempre, y llegar a creer que es por nuestro esfuerzo.

¿Por qué existe agradecimiento? No importa en cual nivel de los descritos anteriormente estemos, las angustias las podemos llegar a tener todos, el cristiano, como también el pastor, pues a veces se cree que no hay nada que pueda angustiarle. De igual manera se puede creer que el aquel que respeta a Dios y es piadoso no puede haber ninguna angustia o estrechez en su vida.

El agradecimiento es por la angustia que nos ha sacado, se refiere a todo tipo de estrechez de nuestro corazón, donde sentimos que no hay salida, y el Señor nos pone en un lugar espacioso. La angustia estrecha, aprieta y nos roba libertad, nos trata de obligar y a ir en contra de nuestra voluntad, al menos nos quiere hacer creer eso.

¿Qué es lo que nos causa angustia y estrechez? La verdad es que pueden ser muchas las fuentes de estrechez, desde aquellas que parecen insignificantes, hasta aquellas que tememos sobremanera pero aquí se mencionan dos tipos de manera clara:
1. El hombre. El salmista proclama la victoria sobre lo que le puede hacer el hombre porque ya no teme, el Señor quita el temor al hombre. Esta es una gran victoria pues nuestra lucha no es contra carne ni sangre, sino contra potestades. Ninguna opresión humana debería de causar angustia pero es un proceso, y de seguro en este año finalizado nos ha ayudado para no temer y confiar en él.

2. Las naciones me rodearon, me asediaron, como abejas enfurecidas, me empujaron para que cayese. Esta es la otra fuente de angustia que no podemos dejar a un lado, y aunque aquí está hablando también de nuestro Señor Jesucristo que peleará al final de los tiempos y vencerá y aniquilará por completo las naciones enemigas, también se refiere a aquellas cosas o sistemas que las naciones crean, diseñan e imponen: sus sistemas económicos, políticos, sociales que nos afectan, porque como individuos no incidimos en ellos pues nuestro propósitos en el Señor son diferentes. La economía aflige, estrecha, los sistemas de poder nos inquietan, los movimientos sociales hacen cambios y nos afectan, y como cristianos pareciera que no hacemos nada, sin embargo entender que hacemos más siendo piadosos y sirviéndole es parte de salir de la estrechez u opresión que puedan ocasionar. Debemos saber que estamos sobre todo esto y que el Señor es dueño de todo.

El Señor ayuda porque podemos confiar en él. Ninguna confianza para salir de la estrechez debe estar puesta en el hombre, ni en príncipes o los que tienen el poder y recursos, o los que diseñan los sistemas y los ponen en marcha, porque el Señor es suficiente.

La confianza se fortalece cuando somos agradecidos con el Señor y podemos alcanzar a ver todo lo que ha hecho por nosotros en este año finalizado, porque el hijo agradecido deja abierta la puerta a la bendición, y si no fuera así es lo menos que podemos hacer, pues las estrecheces han sido superadas y otras están por concluir. El agradecimiento hace ver con grandeza la obra del Señor.

Por esto hay voz de júbilo y de salvación en las tiendas de los justos, esta es la obra que ha hecho en nosotros. El agradecimiento está cerca del júbilo pues pasa a la dimensión real que es todo lo que no alcanzamos a ver como parte de su obra pero que sí disfrutamos. Que este año que comienza acumule mucho más agradecimiento en nuestras vidas y familias.