viernes, 28 de diciembre de 2012

Su buena voluntad




Textos:


Luc 2:13  Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: Luc 2:14  ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! Luc 2:15  Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.

Rom 12:1  Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Rom 12:2  No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Sal 69:13  Pero yo a ti oraba, oh Jehová, al tiempo de tu buena voluntad; Oh Dios, por la abundancia de tu misericordia, Por la verdad de tu salvación, escúchame.

Flp 2:12  Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, Flp 2:13  porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.



Cuando el hombre se siente con problemas que no puede resolver tenemos la tendencia a buscar fuera de él, porque la otra alternativa es que si se busca al Señor se tiene la tendencia a pensar en cómo está la relación con Dios, porque nadie se puede acercar como aquel que ha estado alejado y dice: aquí vengo me he alejado varios años y dejé mis responsabilidades, pero sigamos donde estábamos. ¿Existirá buena voluntad para seguir?

El hijo pródigo regresa a su padre pensando encontrarse a un padre sin misericordia, por eso llevaba en mente no tener más los derechos de hijo, sino de jornalero, de alguien que es visto como ajeno y no pariente. Aun para esto era necesario que su padre fuera propicio, que tuviera buena voluntad para con él.

El Señor es propicio al hombre cuando es favorable e inclinado a hacer el bien. Muestra su buena voluntad al hombre desde siempre, pues ha actuado para beneficio nuestro. Nuestro Señor Jesús es el mejor regalo para que el hombre encuentre esa buena voluntad Luc_2:13-14, es decir que fue dado por la buena voluntad de Dios hacia el hombre, eso era lo que decían los ángeles.

Comprobar cuál es su buena voluntad. En Rom_12:2 hablando el apóstol Pablo de los deberes cristianos nos motiva a no conformarnos a este siglo, o al mundo actual en el que vivimos y a sus propuestas de modelos que impulsa, porque antes debemos dejar transformarnos por la acción de la palabra de Dios y del poder del Espíritu Santo en nuestras vidas y para esto tiene que pasar por nuestro entendimiento o intelecto.

La diferencia en el avance espiritual está en la renovación de nuestro entendimiento, pues no somos robots espirituales, sino que nuestra alma tiene que estar de acuerdo con lo que Dios quiere hacer en nuestras vidas, es por eso que tiene que pasar por nuestro intelecto pues ahí comienzan los cambios que se volverán palpables en el hombre.

En el modernismo y demandas que ocupan nuestros horarios diarios, tenemos que hacer el esfuerzo de comprobar o un simple distinguir en nuestros intelectos las cosas correctas o buena voluntad de Dios, pues éste nos puede engañar y hacernos pensar que las cosas buenas son complejas e inalcanzables, y nuestra mente tiende a confundirse. Por esto comprobar es aprender a distinguir la obra de Dios en nuestras vidas.

La buena voluntad de Dios puede ser distinguida y aceptada por nuestra alma al creer que es la mejor, la buena, la agradable, la completa y la que nos hará madurar y avanzar por donde nos conviene según el plan de Dios, y no por donde nosotros queremos.

La buena voluntad puede ser considerada también como lo describe David como un tiempo en el que el Señor nos responde cuando se está en angustia, ese tiempo depende de un agrado que el hombre considera que el Señor hacia él, y que tiene que existir para que le ayude; esto no es más que estar dispuesto a esperar Sal_69:13. Vivir en el tiempo del Señor y no en nuestros deseos o como respuestas a nuestras necesidades es parte de la renovación de nuestro entendimiento.

David pedía, ruega en oración su accionar en su angustia pero sabía que no era una exigencia, ni la oración era una fórmula mágica, o como el frotar la lámpara para que me respondan inmediatamente, sino que está del otro lado el Señor y su respuesta dependerá de su deseo, de su voluntad.

Su buena voluntad es el que hace cambios en el hombre. Flp_2:13 Cuántas cosas no cambian en nuestra vida a pesar de que sabemos que no son correctas, que no deberían estar en nosotros a la madurez espiritual que creemos tener, pero la verdad es que siguen en nosotros, y lo peor es que no sabemos cómo hacer los cambios, aunque sabemos que es parte de su buena voluntad para con nosotros. El apóstol habla de ocuparnos en nuestra salvación como un quehacer diario con mucho respeto, con mucho cuidado por lo que está en juego, y si le pedimos al Señor en esto podemos distinguir su buena voluntad.

El Señor es el que activa, el que produce, el que operar, quien puede hacer que seamos eficientes. Dos beneficios grandes:

El primero es el querer o es decir que nuestra voluntad sea igual a la voluntad de Dios; esta es la mejor coincidencia que el hombre puede tener, desear lo mismo que el Señor desea. Todos sabemos que esto solo no llega al punto de resolver nuestras vidas, pues el convencimiento o el querer no hacen los cambios, pues esto no consolida nuestras vidas espirituales. Este es un problema pues como cristianos podemos estar muy convencidos de muchas cosas en nuestras vidas, pero nos si nos conformamos nos quedaremos hasta ahí, sin frutos.

El segundo viene cuando el Señor nos ha ayudado con el querer, entonces viene la activación para que venga el hacer, pues es importante llegar a alcanzar la acción para que se cierre el círculo de bendición, y desde ahí se puede decir que podemos volver a repetirlo pues ya tenemos la buena experiencia.

Hay buena voluntad para con los hombres así como tiene el Señor gloria en los cielos, esta buena voluntad nos ayudará para que tengamos unión entre los hombres que la aceptamos.